Qué significa soñar con Zapatos

Muchos sueños de zapatos, sandalias y pantuflas son de natura­leza sexual: en efecto, llevar zapatos expresa el acto amoroso. Sin embargo, también existen otras interpretaciones para este sím­bolo: el zapato representa el dominio sobre alguna cosa, sobre una cierta situación.
Una persona que sueña con encontrarse muy cómodo con su calzado tiene fundadas esperanzas de actuar correctamente en la vida. Soñar que se llevan zapatos estrechos o de cuando se era todavía un niño significa el deseo de permanecer siéndolo. Per­der los zapatos o presentarse con los pies desnudos en medio de la gente denota un complejo de inferioridad o una cierta pobreza interior. El calzado viejo, roto o sucio simboliza el temor a que se divulgue alguna cosa que se querría tener escondida. Calzar bo­tas expresa la voluntad de imponerse.
Freud ve en los zapatos un símbolo sexual femenino y en el pie que se introduce en ellos un símbolo masculino: estos símbolos son reveladores de cómo se vive el sexo.
Zapatos bonitos y cómodos son, en la interpretación popular, señal de éxito, especialmente en el campo amoroso; perderlos quiere decir que se sufrirán desilusiones. Zapatos demasiado estrechos significan insatisfacción sexual y soñar que se camina descalzo por un terreno accidentado significa que las propias ca­pacidades no son adecuadas para las ambiciones que se tienen. Si los zapatos que se calza no son los adecuados a las circunstan­cias anuncian un fracaso.
También los intérpretes de la Antigüedad consideran el calza­do como un símbolo sexual, en especial de fecundidad. Los pies representan al hombre, los zapatos a la mujer; el hombre que sueña que tiene los zapatos rotos perderá a su mujer.
Los antiguos intérpretes también veían en este símbolo un sig­nificado lógico: quien sueña que se pone los zapatos hará un largo viaje. La predicción será diferente según el estado de los zapatos: si son nuevos indican felicidad, si viejos, problemas. Dice Artemidoro que soñar que se hacen zapatos es una buena señal para aquellos que viven de acuerdo con la ley y para aque­llos que quieren casarse, o incluso asociarse.