No es frecuente que alguien se sueñe a sí mismo vistiendo un sacón o un tapado. En general, los mecanismos del sueño tienden a dejar de lado -aunque todavía no se puede explicar el por qué- los abrigos en general, aun sabiendo que son indispensables en ciertas temporadas de la vida real. Por esa razón es que si alguien está cubierto por un saco, sacón o tapado en el transcurso de un sueño habrá que tener bien en cuenta que algo está pugnando por salir a la superficie.
Si un sujeto sueña especialmente que se halla vestido con un tapado o sacón, y el mismo le proporciona placer (ya sea por el frío imperante o por cualquier otra situación análoga), lo que se quiere representar es una personalidad sujeta a inseguridades tan notorias que sólo se aquietan con la presencia de una persona muy dominante que lo proteja de las adversidades.
El sujeto que así se sueña está extrañando el vínculo que lo unía a su padre o a su madre, en un mundo circundante que le resulta hostil y poco propicio para desarrollar sus potencialidades. Durante la vigilia, este individuo deberá considerar las causas que lo llevan a añorar la protección que le brindaban sus padres y así encarar la solución del problema de indudable raíz traumática.
Por el contrario, si la persona se siente agobiada por el uso de un sacón o un tapado, con un calor que no la deja manifestarse libremente y un ahogo que va creciendo con el correr del tiempo onírico, es que nos encontramos con alguien que -por lo menos en forma inconsciente-sabe que hay que romper con ciertas ataduras para poder desarrollarse integralmente en los medios en los que se desempeña.
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