Se trata de individuos particularmente solitarios, taciturnos, misteriosos y dotados de una riqueza interior inmensa, que no dejan entrever en situaciones normales.
Es necesario que nos acepten como parte de su mundo para conseguir conocerlos, entenderlos y apreciarlos.
Muy a menudo tienen tendencias artísticas destacadas que exteriorizan durante su tiempo libre pintando cuadros o escribiendo poesías en las que su vena creativa sabe expresar y evocar intensas emociones.
Primero dulces y tiernos, después sombríos y testarudos, es necesario tener una naturaleza un poco similar a la suya para conseguir convivir con ellos; sobre todo en amor necesitan a alguien que se dedique a ellos completamente, en perfecta comunión de cuerpo y de espíritu.
A menudo esta combinación hace que los sujetos sean sensibles e intuitivos.