Una de las palabras clave de estas personalidades podría ser severidad; severidad sumada a rigor y sentido del deber.
Son individuos todos de una pieza, decididos y voluntariosos como pocos (siempre que en el tema individual la Luna y el ascendente no modifiquen en parte estas valencias).
Tienen tendencia a pensar que tienen siempre razón ellos y se tiene que reconocer que no se equivocan con frecuencia puesto que unen a las dotes de racionalidad elevadas una capacidad de intuición considerable.
De todos modos, deberían pecar de modestia, por lo menos alguna vez, y dejar más espacio a los demás, nutrir confianza delegando; agotan su equilibrio psicofísico extrayendo energías para triunfar en todas las cosas de las que se ocupan, son unos inequívocos coordinadores.
El dinero es importante porque los hace estar más seguros y poderosos, pero la tendencia es gastarlo para adquirir un cierto prestigio en lugar de acumularlo.