Esta es una posición real de Júpiter, con ganas de exhibirse, deseosa de consensos contra las taciturnas opiniones del Escorpio.
Si consiguieran disponer de un teatro y calcar las escenas, los dos darían el máximo, quizá recitando partes dramáticas e intensas para satisfacer una exigencia de seriedad interior.
Al no poder actuar —no todos lo consiguen— se ponen en escena a sí mismos en la realidad cotidiana.
De esta forma tendremos a personajes de destacada teatralidad en los gestos y en los hechos.
Son los que juegan a interpretar el papel de los huraños y luego se descubren buenos y viceversa.
Júpiter como factor de optimismo en esta circunstancia aporta casi el máximo, moderando a veces la inconsciencia.
Los Escorpio tienen que escuchar su parte si quieren obtener buenos resultados, valorando objetivamente las situaciones, sobre todo en el ámbito de la carrera.
La relación con el dinero es bastante clara: con Júpiter en Leo los sujetos saben sólo gastar; en más o menos cantidad, pero siempre despilfarrando un poco.
Gracias al Sol las cuentas tienen que salir bien, aunque esto suponga alguna renuncia…