La agresividad del Escorpio está limitada por la exigencia lunar de equilibrio y armonía.
Se trata de una combinación que hace sensibles a los juicios ajenos y a las exigencias del prójimo, algo de lo que un típico Escorpio no tiende a preocuparse nunca.
El gusto estético está muy desarrollado y se inclina por elecciones que satisfagan los aspectos formal y externo, descuidando bastante la intensidad y el contenido.
La mayor ventaja es la disponibilidad para buscar el compromiso, evitando decisiones drásticas y luchas abiertas.
Con tenacidad y elegancia obtienen óptimos resultados en todos los campos, sin contar el considerable ahorro de energía utilizable en actividades más gratificantes y creativas.
Se percibe con frecuencia este matrimonio solar-lunar en hombres de leyes como abogados y notarios.
En amor, los dos sexos buscan a compañeros refinados, románticos, volcados en la máxima realización de la pareja, preparados para dejar intervenir la racionalidad allí donde se presente el peligro de asfixia emocional.