Opuesta a 180° en el zodiaco, esta Luna en Tauro opone y propone, a la naturaleza Escorpio, características complementarias.
Encontrar un equilibrio para estos nativos puede no ser sencillo, pero los puntos fuertes sobre los que basar la existencia son, esencialmente, la gratificación afectiva y sexual y una cierta autoafirmación en términos materialistas.
Para ella el hombre del destino es un tipo pasional, reservado, capaz de dedicarse a la familia, fuerte y eróticamente exuberante.
La mujer capaz de conquistar al Escorpio-Luna en Tauro es muy femenina, le gusta cocinar manjares y no le cansa desarrollar un trabajo en casa o fuera de ella.
Todos los exponentes de esta combinación deberían disciplinarse y ser menos posesivos y mucho menos testarudos.