Los dos son signos de Agua, más inquieto el primero y más soñador el segundo.
Tienden a compenetrarse estas dos aguas, así como los dos exponentes de los signos se dejan acosar y poseer.
Se trata de un gran encuentro, lleno de entendimientos emotivos, de miradas románticas o encendidas, más elocuentes que los discursos.
A menudo el Escorpio se vuelve más profundo, todavía más introvertido con el Cáncer que no lo empuja a mostrarse, a salir al descubierto.
Los dos se protegen del exterior, pero mientras para el tipo Cáncer esta es una elección adecuada, para el Escorpio es más controvertida; necesita estímulos alternativos, de experiencias, de luchas y a la larga siente que le ahoga un poco una vida de pareja, encerrado entre la casa y los hijos, si es que tienen.
Si el nativo de Cáncer, ella o él, se esfuerza en entender y participar, todo irá bien; si la actitud es resignada y victimista… el Escorpio no se ahorrará la venganza y las incursiones sádicas.