Evolución de Escorpio

Cierto maestro gnóstico dijo: «Es necesario morir uno mismo para encontrar el camino» Pensamos en el egoísmo del Escorpio, en la lucha que estos seres tienen que mantener contra ellos mismos para evolucionar. No es fácil recorrer el camino, superar los obstáculos que cubren el propio proceso de individualización.
Saber renunciar al sutil placer de la venganza sería positivo… pero qué difícil es este trabajo para un verdadero Escorpio. En astrología kármica, el Escorpio es uno de los signos más relacionados con el pasado, más sujetos a las leyes del Karma. Este término filosófico-religioso indio, señala que el resultado de nuestras acciones determina un renacimiento diverso en la escala de los seres. Es sinónimo de destino puesto que representa las consecuencias inevitables de lo que hemos hecho en las vidas anteriores.
Los nativos de Escorpio se sienten, incluso sin ser a veces conscientes de ello, en vilo entre tendencias opuestas que están relacionadas con el mundo real y con un mundo invisible. Por esta razón son racionales, críticos y brillantes y, al mismo tiempo, fuertemente intuitivos y dotados de potentes capacidades extrasensoriales. Si escogen realizarse, se vuelcan con cuerpo y alma y se convierten en potentes maestros de sí mismos.
La dicotomía se pone de manifiesto incluso en la naturaleza de los dos planetas que gobierna Escorpio: Marte y Plutón. Los instintos presionan para obtener una satisfacción inmediata, todo tiene el objetivo de obtener placer; la afirmación de sí es prepotente y la energía agresiva eficaz. Por contra, tenemos a Plutón, dios de las metamorfosis, patrón absoluto de la fuerza regeneradora. Precisa tributos de muerte simbólica, la renuncia a los defectos kármicos; de él se obtiene la fuerza y la energía para proseguir el camino evolutivo.
Interpretando en clave psicoanalítica el signo, se ponen de manifiesto otras pruebas que pertenecen a la temática del Escorpio y que tienen que superarse. Primera entre todas la tendencia a destruir. Una especie de automatismo de repetición que los lleva reproducir el proceso eliminativo-excretor de la fase anal durante toda la vida, transfiriendo la energía negativa del periodo sobre objetos y afectos que vendrán luego.
A menudo tiene lug’ar el proceso de sublimación de los instintos que permite un desahogo lícito de las pulsiones sádico-destructivas; normalmente, esto sucede sin que los sujetos tengan conciencia de la desviación o mejor de la subida de las pulsiones. Con prácticas de análisis introspectivo es posible ser conscientes de lo que sucede y sentirse un poco más ricos, más integrados por nuestras partes instintivas ensalzadas.
La esfera erótico-sexual, que tanta energía absorbe y dirige en los típicos Escorpio, es un óptimo terreno de transmutación. La energía de Kundalini es energía sexual que el Tantra Yoga enseña a preservar, gestionar, encauzar y ensalzar. Este es uno de los posibles pasajes evolutivos más queridos por el Escorpio: la Magia Sexual.
El Escorpio que no tenga como objetivo la consecución de elevadas metas evolutivas (¡no se le otorga en esta vida!) tiene que pasar cuentas de todos modos por el ímpetu de sus pasiones si quiere gestionar mejor su existencia. Ser esclavo de ellas significa ir de cabeza hacia una serie de errores que lo llevarán a utilizar de la peor forma posible sus potenciales, hasta la autodestrucción o la negación del respeto ajeno.
En el fondo, los Escorpio son seres privilegiados puesto que disponen de la capacidad de sublimar sus muchos defectos psicológicos transformándolos en pepitas de oro sobre el camino de la evolución personal.

Signo Escorpio