El niño Géminis

Desde los primeros años de vida se muestran muy vivaces, alegres y precoces. Les gusta el movimiento y prefieren los juegos al aire libre, en lugares amplios o, por el contrario, en puntos tan reducidos que les permitan sentirse aislados del mundo.
En las discusiones con sus compañeros empiezan mostrándose cohibidos, pero luego se manifiestan vivos, turbulentos, impositivos, testarudos, pretendiendo hacer prevalecer sus puntos de vista a cualquier coste. Para conseguirlo se valen de toda clase de trucos, algunos sumamente ingeniosos, o de tiránicos despliegues de promesas-soborno, amenazas, chantajes o francas acciones violentas. Pero luego, si los otros niños acatasen su mandato tendrían accesos de remordimientos y harán cuanto esté a su alcance para compensarlos.
Tienen mucha facilidad para el estudio gracias a la buena memoria de que están dotados, pero fácilmente pierden interés cuando se deja de animarles y de ofrecerles incentivos. Se interesan por todo, la curiosidad es su punto débil y a la vez el más fuerte. Gracias a ella pronto son capaces de comportarse debidamente con las personas mayores, pero hallan también la forma de eludir su autoridad, a menos que se les procure constantemente la dosis de ternura que requieren para desarrollar sólidamente su carácter.
Son serviciales y más dados a hablar que a gritar. Tienen una considerable necesidad de reconocimiento, de que se les alabe y de que se muestre interés por lo que hacen. Son fáciles de herir y fáciles de atemorizar. Sus rencores, sin embargo, no son largos, de modo que cuando tras una tormenta vuelve a mostrárseles afecto se entregan, conservando, si acaso, un poco de resentimiento.
No debe desdeñarse ese resentimiento, porque los pertenecientes al signo de Geminis tienden a incubarlo de tal manera que les lleva a convertirse pronto en chantajistas sentimentales dados a hacer de la queja una de sus formas de aproximarse a lo que desean. De hecho, una de las características negativas del signo es la propensión a esperar demasiado de los demás y a plantear reproches y quejas cuando no se ven satisfechas sus espectativas en muy diversas situaciones y condiciones.
Poseen una gran imaginación y constantemente se hallan contando historias en las que desempeñan un papel protagonista. Tienen asimismo un gran poder de adaptación y se las arreglan para disfrutar de su vida aun en las condiciones menos propicias. Les gustan las cosas brillantes o de colores vivos y admiran las manifestaciones de fuerza porque sienten que en su realidad íntima hay más de fanfarronería (fantasía) que de valentía. Y no son los más valientes debido, esencialmente, a su innato sentido de lo práctico y a su empeño por obtener lo que desean con el mínimo esfuerzo. Por este mismo motivo son los primeros en incitar a los otros a la acción, a la pelea.

Signo Géminis