En la conformación de su vida amorosa los principales factores son su curiosidad, su interés por la novedad, la necesidad de afirmarse a través de su capacidad para interesar a los demás y la seguridad en la propia valía, inteligencia y dones de atracción humana.
Se interesa sinceramente en los proyectos y en los problemas de las personas con quienes tiene algo en común, y posee una visión muy aguda que le permite ofrecer soluciones y consejos muy acertados. De hecho, puede afirmarse que posee infinitamente más cualidades para orientar a los demás que a sí misma.
Desgraciadamente, casi siempre se mantiene en un nivel superficial en cuanto hace o emprende, debido a algo muy semejante a un sentimiento de miedo a que cualquier especialización pueda significarle un ancla en el puerto de la rutina.
Lo cierto es que su entusiasmo suele ser breve. La rutina amorosa le resulta insoportable y desestima casi toda relación que implique algún elemento de previsión que le permita compararlo a un programa o a un itinerario fijo del sentimiento.
Explora cualquier ocasión que le ofrezca una manera de camuflarse y de inventar nuevos personajes: desde político a mayordomo, de seductor a profesional.