Fantasiosos, emotivos y sensibles.
Se les acusa de «lunáticos» debido a que su humor cambia como la faz de la Luna, regente de Cáncer.
Las líneas de su cara son suaves y su tez posee el toque de la palidez lunar.
Se dejan llevar por cierta incapacidad para analizar las situaciones conflictivas y tomar decisiones rápidas.
También son muy románticos y un tanto tímidos, aunque no siempre lo reconozcan fácilmente, debido a una cierta forma de pudor.
Prefieren el lado ideal de las cosas antes que la cruda realidad. Profesan un especial amor a la madre, al hogar y a las tradiciones.
Son asimismo muy sociables, fieles a sus concepciones políticas y excelentes comerciantes.