A Geminis nacido bajo las directrices de la Rata siempre se le ve activo y desbordante de ingenio. Le gusta rodearse de amigos, ir a fiestas, participar en eventos sociales. Esto le es posible gracias a su indudable imán y a su simpatía.
Dueña de un optimismo a toda prueba, la Rata se adapta con facilidad a las situaciones más dispares.
Su capacidad de observación y su excelente memoria le permiten afirmarse allí donde estas cualidades son determinantes: se dice, por ejemplo, que la Rata propicia la formación de magníficos escritores, lo cual, sumado a los dones que por su propia esencia otorga Géminis, da como resultado talentos muy señalados.
Por su proverbial codicia, raramente se encontrará un geminiano nacido bajo este signo lunar en condiciones de absoluta pobreza.
Y casi siempre se tratará de un estado temporal, del que no tardará en hallar la forma de recobrarse, pues la Rata no es dada a la resignación y, como ya hemos dicho en otra de estas páginas, el signo de Géminis asegura a sus nativos, a cambio de no hacerles ricos, que nunca les faltará de dónde tomar lo necesario.
Para el geminiano, más que para ningún otro signo solar, el gran riesgo de esta combinación lunar es que induce a canalizar energías en demasiadas direcciones, lo cual también magnifica un rasgo negativo de Géminis, haciendo que el nativo se convierta en una auténtica veleta humana incapaz de describir con sus actos o con sus simples deseos una línea recta constante, llevándole a vivir en un estado de casi fantasía que sólo puede favorecer a los escritores y a los que desempeñan funciones creativas.
Por obra de su inteligencia agilísima, también subrayada por la esencia de Géminis, a su capacidad para salir de las situaciones más embarazosas la Rata geminiana añade la de ser una vencedora mental. Esto implica que podrá alcanzar con facilidad el éxito en ambientes creativos y de comunicación, incluyendo los ámbitos de la política y del espectáculo.
En general, la tendencia a la acumulación de dinero es considerable en este signo, pero al combinarse con Géminis da como resultado que los nacidos bajo el influjo lunar de la Rata caigan fácilmente en la avaricia.
La Rata se distingue por su gran emotividad. Concede mucha importancia a las relaciones amorosas y suele establecer vínculos muy firmes con numerosos amigos, con el no siempre consciente propósito de constituir un clan o sociedad de objetivos afines y ayuda mutua. Esta es una de las formas más frecuentes en que intervienen en la política o adquieren diversas formas de poder, manteniéndose en un discreto o intencionado segundo plano, desde el que mueven todos los hilos.
Otra debilidad es su falta de discreción y corresponde por igual a ambos signos, el lunar y el solar. Por tanto, lo suyo es la desmedida curiosidad, la falta de consideración para la intimidad ajena; el deseo casi enfermizo de poseer toda la información posible sobre cuánto se le relaciona, personas o cosas.
Asimismo, su condición inquieta, agitada, podrá llevar a los geminianos de la Rata a mostrarse bruscos y nerviosos, pero en definitiva puede definírseles como una buena amistad. Es en familia donde la Rata, sentimental y afectuosa, llega a ser muy generosa, particularmente en la edad madura.
Unido siempre por un gran amor a sus hijos, de los que no se alejará jamás mientras pueda evitarlo, pensará con inquietud en el día en que ellos quieran independizarse y abandonar el hogar paterno. La Rata geminiana vive asimismo entregada a los padres y tiende a mantener lazos estrechos hasta con los parientes más lejanos. Aun entre las paredes de su hogar la Rata se distinguirá por su actividad y eficiencia, y tenderá a infundir estas virtudes a cuantos le rodean.