Influencia de Marte sobre Géminis 1

La versión femenina de Marte

Marte es el prototipo del guerrero que pelea a pie, cuerpo a cuerpo, por su valor y su fuerza, sin dobleces ni trampas ocultas. Se traslada en carro de guerra tirado por cuatro o simplemente dos caballos y, dentro de lo esotérico, lo asocian a Júpiter y a Neptuno.
Pero Minerva, su hermana, nacida precisamente de la cabeza de Júpiter —la representación ocultista de la cabeza es aquí muy importante y está en relación directa con la violencia como producto de la apertura o el cierre de la «oquedad telepática»— afamada por ser tan hábil y arrolladora combatiente como Marte se enorgullecía de lo que les diferenciaba: ella se negaba a convertirse en fiera. Era, precisamente, producto de una cabeza abierta y actuaba a partir de una bravura calculada, nunca ciega.

La mujer triunfadora es primero calculadora y luego valiente

Pese a llevar la cabeza cubierta por un casco no cerraba su cerebro a la inspiración de la sabiduría universal, dejando paso incluso a los efluvios portadores de la predilección por las artes, así como por los cálculos que dan lugar a la industria.
Así, uno y otro dios son representantes del empuje que le es indispensable a cualquier ser humano para conquistar sus particulares metas; pero mientras uno es la voluntad ciega, el otro ponía en las facultades más elevadas de la mente toda su esperanza de triunfo. Sin embargo, cuando los devotos y los sacerdotes de Marte se enfrentaban a una necesidad acuciante de alguno de los poderes mentales, telepáticos o proféticos, tan al alcance de otros dioses, en su fidelidad al señor de la guerra llegaban a valerse de las lanzas sagradas del dios para asomarse al porvenir. Así, aunque la mente del dios guerrero estuviese cerrada a toda videncia, su naturaleza inmortal era revelada por las acertadas profecías que configuraba con ayuda de sus lanzas y escudos.

Marte dios feminista

En realidad podría afirmarse que Marte y Minerva son en muchos aspectos la misma deidad concebida con uno y otro sexo. Pero los atributos de inteligencia serena, cálculo frío y visión para el combate, de los que carece el Marte viril en su configuración de fiera humana, en realidad sólo podían representarse con precisión por medio de una figura femenina…
De hecho, nunca se ha registrado rechazo entre las mujeres a la figura de Marte pese a que, por lo limitado de lo que hoy se sabe de él, muy bien podría ser nominado como dios del machismo. Pero Marte sólo es representativo de una de las facultades del espíritu humano para enfrentar la vida, sin que esto implique la menor diferencia entre los sexos.
Esto es confirmado por el hecho de que las mujeres tenían por patrón a Ares en Hermonia, en Laconia, en Argos y en otras numerosas ciudades en las que se recordaban hechos de guerra milagrosos atribuidos a la protección del dios, como las victorias conseguidas bajo el mando de la poetisa Telesilla.

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