Metales planetarios para anillos propiciatorios

Los metales poseen, por sus características áuricas afines, relación con los astros o planetas que influyen en las personas marcadas de nacimiento por sus efluvios. Dicho en otras palabras, los minerales también poseen un aura que es impregnada por ciertos cuerpos celestes, por razones de afinidad.
La proximidad o contacto de estos materiales con una persona perteneciente al signo o prohijada por el planeta que concentra en ellos sus influencias, dará por resultado que en los días propicios el beneficio sea más intenso. Asimismo, como sostenía Paracelso, el influjo morboso de cada planeta es curable por medio de los efluvios de los metales que dominan, lo que significa que no sólo propician el buen tono mental, sino también el físico y, en general, un buen estado del aura, que lo mismo podrá captar lo que las demás le envíen de positivo, como irradiar el tipo de fluido que los demás captan con el máximo agrado.
También es posible buscar efectos específicos. Así, por ejemplo, es muy apreciado el hierro cuando se desea favorecer el empuje de Marte para reforzar el carácter; o el Mercurio, si lo que se desea potenciar es una actividad relacionada con la comunicación.
Por tanto, convendrá llevar siempre un anillo hecho del metal que corresponde al propio astro o, por lo menos, que esté incluido en el diseño.
Así, podría hacerse un anillo que por debajo de la aguamarina, la alejandrina, o el topacio, que son algunas de las piedras benéficas para este signo (añádanse todas las rayadas), tuviese una celdilla de cristal —que es asimismo material geminiano— donde, a modo de cascabelillo, se agitase, cambiase, dividiese y brillase una gota del metal afín a este signo.
Colores áuricos del signo: la combinación de todos los colores expresa el alma y refleja el carácter de los nacidos bajo el signo de Geminis, pero el amarillo intenso y el azul celeste lo harán particularmente. Se considera también muy especialmente el característico tono púrpura mercurio, así llamado antiguamente en heráldica por ser el favorecido por Mercurio para sus apariciones terrestres. Hay que observar que la combinación de tonos, a veces más que esplendorosa, es característica de
muchos de los animales protegidos de este signo, como los monos de pelambre facial multicolor y numerosas aves tropicales.
Flores y plantas del signo: enebro, alheña o ligustro, verbena, madreselva, ajenjo, mandrágora, azalea, jazmín, milenrama, atanasia, laurel, perejil, y todas las enumeradas en el curso de esta obra con fines medicinales, prácticos u ornamentales.
Mineral: cornalina, calcedonia, azogue, aluminio.
Perfume del signo: orégano, que inspira o induce al orden a estos espíritus mercurianos tan propensos al abandono de cuanto deje de ofrecerles novedad, así como a emprender simultáneamente demasiadas cosas y por tanto caer fácilmente en el caos, empezando por el económico. De todo ello les libra el orégano, porque se opone y diluye de su aura astral la potencia de las vetas rojizas, las que les resultan más descentradoras.
Proceso implícito en el signo: fertilización aérea, dispersión de la semilla.
Medio propicio: las bahías, los golfos, los cabos, las ciudades abiertas y dotadas con grandes puentes, los ambientes mixtos, el campo en las proximidades de lagos.
Sonidos: rítmicos.
Número propicio: encontramos propicios para este signo el 5 y el 7, números mágicos por excelencia; el 12, favorable al ingreso de importantes sumas de dinero; el 18, es símbolo de la simpatía y de la fortuna, que atrae en todos los órdenes.
Formas mixtas: combinación de ángulos y curvas.
Animales afines: ibis, mono, canguro, zorro, ardilla, ratón, periquito australiano, loro, papagayo, guacamayo, ave del paraíso, peces multicolores, mariposas monarca y multicolores.

Signo Géminis