El mejor día para realizar un ritual con la vela de color amarillo o dorado lo constituye el domingo. La vela de este tono es la más apropiada para mantener la armonía en el hogar, por lo que se la utilizará para pedir paz y buenas energías para la familia, resolver conflictos, alejar las vibraciones negativas y eliminar los malentendidos. También atrae la comprensión mutua, el respeto y la tolerancia.
Para emplear correctamente esta vela, conviene hacer la consagración con aceite de manzanilla en cualquier día de Luna llena o nueva. Como se trata de un ritual que beneficiará a todo el grupo familiar, será bueno escribir sobre la vela el nombre completo de cada integrante de la familia o poner, simplemente mi familia.
Preparar luego un altar (que puede ser una simple mesa, con un paño de color claro encima), colocando en él cristales, incienso, imágenes religiosas (sus preferidas) y fotos de las personas que integran el grupo familiar.
Encender la vela, visualizar una nube amarilla que lo envuelve todo, especialmente las fotos. Observar atentamente cada retrato y pronunciar la siguiente oración:
Que la felicidad sea parte de todas las vivencias
cotidianas de los miembros de esta familia.
Que las dolencias y aflicciones, las mentiras
y los conflictos desaparezcan,
que no afecten a mis seres queridos.
Que todos estemos abiertos al amor, la sinceridad,
la paz y la salud.
Luego, escribir en una hoja de papel amarillo el nombre completo de cada una de las personas de la familia y quemar el papel en la llama de la vela. Invocar la protección de los seres de la luz, rogándoles que sean concedidas todas las bendiciones solicitadas. Cuando la vela se haya consumido, enterrar el recipiente con sus restos en el fondo de un vaso, frasco, florero o maceta en los que luego se plantará una planta que deberá cuidarse todos los días. Tirar el incienso y los restos de papel quemado a la basura, guardar el resto de las cosas en sus lugares habituales y rezar, por último, la oración que se prefiera.
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