En general, la vela color verde se emplea para atraer prosperidad y fertilidad al hogar. Favorece especialmente las cuestiones materiales, la adquisición de bienes y abre los caminos para que ingrese
dinero. Las personas que desean tener un hijo también pueden obtener buenos resultados haciendo un ritual con una vela verde; lo mismo vale para quienes se encuentren enfrentando problemas judiciales.
El día más apropiado para efectuar un pedido empleando una vela de este tono es el viernes y conviene que esta se haya consagrado en Luna creciente con aceite aromático de sándalo o violeta. Preparar luego un altar colocando sobre una mesa un género de color verde, con algún detalle decorativo.
Poner en el centro de la mesa un plato pequeño con la vela, agregando alrededor del mismo cristales de varias clases, algunas monedas de valor corriente, frutas, un vaso con agua y un puñado de arroz blanco.
De resultar posible, poner también una imagen del dios hindú de la riqueza, Ganesha, representado como un hombre con cabeza de elefante, y una imagen de Shiva, la divinidad de la transformación (este tipo de imágenes pueden adquirirse en las casas de venta de artículos esotéricos).
Al encender la vela, visualizar una cascada de luz verde que cae sobre nosotros mismos y los objetos de la habitación en la que se realiza el ritual. Invocar la presencia de los gnomos (elementales de la tierra, encargados de cuidar los tesoros de las minas y proteger a los mineros) y dedicarles una oración, solicitando ser librados de los problemas materiales y pidiendo que se erradique la miseria de la Tierra.
Si el ritual se realizara con el objetivo de solicitar fertilidad para la pareja, pedir este deseo a los ángeles, especialmente al arcángel San Gabriel, quien anunció el nacimiento de Jesús a la Virgen María. Rezarle una oración, de ser posible habiendo colocado una imagen de este arcángel sobre la mesa o altar.
Cuando la vela se haya consumido totalmente, envolver la cera en un papel de seda de cualquier color, atarlo con una cinta verde y tirarlo al cesto de basura. Ofrecer las frutas a niños carenciados y volver el resto de los elementos usados a su lugar, tirando el agua por una rejilla.
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