Ejemplo de sesión con la Bola de cristal

La consultante tiene 43 años y durante algún tiempo como médico-jefe en una gran clínica supermoderna. En un momento determinado, puesto que por razones de ética profesional que una institución de este tipo conlleva, no puede dedicarse exclusivamente a cada uno de sus pacientes, como ella quería, decide trasladarse a una ciudad de provincia para ejercer su profesión en privado.

Empieza por interesarse en las terapias alternativas y entra en contacto con ambientes esotéricos. Sin embargo, a pesar de que personalmente está convencida de la eficacia de estas terapias, no sabe bien cómo aplicarlas.

Su pregunta es la siguiente: ¿De qué modo puedo integrar mi práctica, basada en los conocimientos de la medicina oficial, con las terapias alternativas, que incluyen el tratamiento de toda la persona?

La consultante está dotada de una fuerte intuición, pero tiene dificultad para percibir los mensajes en forma de imágenes. Utiliza la bola de cristal y después entra en trance. Por lo general, más que ver el mensaje, lo percibe. A veces, las imágenes se manifiestan ante su ojo espiritual.

Se fija en la esfera, luego se apoya contra el respaldo de la silla y cierra los ojos. De repente, ante su ojo espiritual aparece una imagen. Se ve a sí misma en su despacho, examinando los ojos de un paciente para hacer un diagnóstico por el iris.

La imagen persiste durante un rato largo. Luego, de repente, desaparece y la consultante sólo ve nebulosos velos blancos. Al cabo de un rato, de estos velos surge otra imagen: la consultante se ve a sí misma entregando a su paciente tres ampollas de color marrón. La imagen desaparece rápidamente, pero ella sabe que las tres ampollas contienen medicamentos homeopáticos.

Tras esta sesión, la doctora decide integrar su práctica con la homeopatía y con el diagnóstico por el iris; y empieza a profundizar sus conocimientos de estos campos de la medicina alternativa.