Los continuos cambios de humor de Cancer resultan un veneno mortal para la pasión de Leo que, inexorablemente, terminará por enfriarse si su compañero no hace lo posible por mantenerla encendida.
Por esta razón, las relaciones entre Leo y Cancer tienden a ser muy profundas, pero breves.
Las críticas constantes, el pesimismo y la melancolía son intolerables para el vital y fogoso León y éstas son las tres cualidades que más se destacan en Cáncer.
Una relación entre ambos, por lo tanto, requerirá de un gran esfuerzo cuyos resultados, de todos modos, no están garantizados, porque la fuerza de Leo terminará por imponerse a su buena voluntad de seguir adelante.
Para que ambos signos puedan convivir en armonía, será necesario que Leo se convenza de que el amor cálido y protector que le brindará Cáncer durante toda la vida bien puede compensarlo del ardor que, inevitablemente, le quitará.