Los niños Leo

Los niños Leo tienen que ser vigilados y educados con inteligencia y amor, puesto que poseen un acentuado sentido de la justicia.

Emotivos e impetuosos no soportan la soledad sino que desean constantemente la atención de alguien. Con la mayor naturalidad llegan a imponerse, a mandar a sus compañeros de juego; y en especial saben captar protagonismo, con todos los medios a su alcance, convirtiéndose en el centro de la atención. Dado el fuerte orgullo de su naturaleza es aconsejable no reñirles delante de otras personas ni intentar dominarles.

Tampoco se exagere en castigos y reprimendas, pues debido a su sensibilidad se les puede dañar fácilmente el carácter provocando enemistades y contrastes con sus padres. Hay que actuar con paciencia y obrar por el lado del corazón.

Son muy exuberantes y esta exuberancia la manifiestan de dos maneras completamente opuestas, es decir, o en los juegos al aire libre con sus compañeros o con una acusada fantasía al referir hechos y cosas. La infancia del joven Leo es muy importante para su vida futura, pues un mal desarrollo de esta etapa de la vida puede provocar fuertes traumas psíquicos que pueden trocar completamente el temperamento imponente y exuberante típico de Leo.

Signo Leo