El signo de Piscis, desde el 20 de febrero al 20 de marzo atravesado por el Sol, se halla bajo el dominio de los planetas Juno y Neptuno. El primero, planeta de la buena suerte, del buen sentido, proporciona riqueza, honores, carácter sincero y sabio; el segundo, planeta que favorece la potencia creadora y la actividad artística, da un fuerte impulso al amor espiritual y a la caridad. Signo que concluye al Zodíaco, Piscis está simbolizado por dos peces que nadan en direcciones diferentes: tal duplicidad se manifiesta también para las personas nacidos al amparo de este signo. A menudo, tales personas aparecen indecisas e incongruentes; quieren una cosa y actúan en sentido contrario, de modo que ni siquiera ellas mismas comprenden bien su propia conducta. El nacido en Piscis, aun teniendo aspecto reposado y tranquilo, es presa de cierta inseguridad, a menudo cansado y tristé, E$ signo, símbolo del amor humano y de la dedicación hacia los demás, es el emblema del sacrificio de la propia personalidad. La mayoría de las veces el carácter del nacido en Piscis es complejo y contradictorio, combatido por dos extremos. Nos encontramos frente al hombre eternamente indeciso. Se acobarda muchísimo por la responsabilidad que de él puede derivar como consecuencia de cualquier iniciativa y tiene siempre miedo de poder equivocarse. No le faltan las inspiraciones, antes bien, al contrario, puede tener de las más altas y nobles, pero le falta a menudo la fuerza para ponerlas en práctica. Muchas veces se encuentra frente a situaciones dramáticas que parecen no ofrecer salida, pero con la intuición potentísima caracterizada de este signo consigue restablecerlo todo de la mejor de las maneras. Esta fortísima intuición unida a continuos presentimientos hace que realice acciones abandonando la lógica.
Puede ser definido como persona sensible y confiada, educada, amable, sencilla, capaz de sacrificarse, pero siempre un poco miedosa e indecisa. Los nacidos en este signo gustan de la comodidad y de la quietud, hasta llegar a la pereza y a la indolencia; les gusta la comodidad, que saben procurar también a los demás. Hospitalarios, generosos, aunque difícilmente alegres. Muy impresionables y sensibles, poseen, sin embargo, una fantasía muy aguda. Casi siempre, los Piscis son aficionados a la música y al baile. Es un tipo armonioso, sentimental, afectuoso y sincero; puede ser optimista, confiado en el porvenir, amante de la justicia, de la paz y de la comprensión. Temperamentalmente es filántropo y sociólogo, realiza los más grandes sacrificios con tal de aliviar los sufrimientos de los demás. Con amigos y parientes acostumbra a ser generoso. Da cuanto posee con generosidad, tanto que a veces se aprovechan de él.
La fatalidad puede ser un factor negativo que paraliza su iniciativa y se dejan arrastrar por los acontecimientos. El signo de Piscis necesita una ascética disciplina para superar una especie de innata autodestrucción. Las actividades a las que se dedican muchas veces son secundarias pero consiguen en ocasiones alcanzar una posición destacada gracias a su capacidad. Por lo general, tienen buena memoria y óptimas capacidades lingüísticas; creadores musicales, destacan considerablemente en cualquiera de las manifestaciones artísticas. En el campo laboral, el tipo menos evolucionado se dedica con frecuencia a actividades de escaso relieve, a las que, no obstante se entrega con escrúpulo. Económicamente, casi siempre llegan a crearse situaciones holgadas. Pertenecen a las familias numerosas, con las que no mantienen nunca óptimas relaciones debido precisamente al gran número de miembros que las integran. Las relaciones con los hijos son buenas y basadas en una afectuosa amistad que dura hasta la vejez. Su vida suele caracterizarse por las repeticiones y la duplicidad de los acontecimientos, a menudo incluso en los más pequeños detalles. No abundan las amistades, pero las pocas que poseen son duraderas. Su más grande enemigo es su misma personalidad. Discretos en la conducción del automóvil, normalmente no soportan el tráfico y la mecanización. Escasean los deportistas; como máximo optan por la caza o la pesca. Este es el último signo de la rueda del Zodíaco, signo que ama y sigue todo lo elevado, aunque en el fondo permanece la imagen de un conformista.
Es un signo de agua, femenino y móvil, cuyos planetas son Júpiter y Neptuno. Se comprende, por tanto, que las características de este signo sean la participación en la vida común, la emotividad, la sensibilidad y la versatilidad. Aunque aparentemente pueda ser tomado por un sujeto pasivo, en realidad tiene infinidad de recursos a utilizar en una situación dada para demostrar su valía. Su paciencia y timidez lo llevan, a veces, a frenar su apasionado deseo de colaborar con los demás en la construcción de un mundo mejor.
Venus se encuentra en exaltación en este signo, pero con un aspecto que si no es dominado y guiado por la razón, conduce fácilmente al libertinaje y a la confusión sentimental. La receptividad de este signo le permite detectar la mentira antes de que sea pronunciada, pero en vez de permanecer desconfiado y asombrado por las mentiras, intentará convencer de que la verdad es el mejor camino a seguir. Esta conducta lo distingue netamente del otro signo de agua, el Escorpión, que reacciona desmesuradamente contra todo lo que es falso. Gráficamente, el signo de Piscis se representa por dos peces en dirección opuesta unidos por un hilo muy sutil que representa tanto el pasado como el porvenir. De hecho, desde niño el Piscis es imprescindible y también el más tierno de sus coetáneos. Es un signo con el que se necesita mucha paciencia, no tanto para ponerse de acuerdo con todos, como para intentar comprender su carácter y poner al descubierto su personalidad esquiva y secreta. Tiene facilidad para el aprendizaje, tanto las cosas que ve como las que oye se le quedan muy impresas en la mente. Por este motivo, si su debilidad no es educada oportunamente y dirigida a un fin positivo, reniega fácilmente de ella, cediendo a sus instintos primitivos, que lo desequilibrarán primero moralmente y después materialmente. De cualquier forma siempre es más fácil encontrar un Piscis positivo que uno negativo.
En la elección de la profesión es el signo que más se deja influenciar por los consejos de los demás, sobre todo de los padres; y al no saber imponer su voluntad, escoge generalmente una profesión que no le gusta.
De carácter poético, es difícil que se dedique a las ciencias. Puede encontrar una óptima sistematización en el campo artístico, como pintor, poeta o músico, al estar muy influenciado por Venus. Por ser muy altruista y no saber negarse a nadie siente una fuerte inclinación hacia todas aquellas manifestaciones místicas y religiosas referentes a la salvaguardia de la paz, o, simplemente, se sublima a sí mismo en nombre de una idea.