Los niños Piscis son dóciles de educar si se evita impresionarles ya que son fácilmente susceptibles.
Están provistos de una fantasía excesiva, por lo que será conveniente evitar que asistan a actos violentos y que escuchen historias horribles e impresionantes.
Temen la oscuridad; sienten gran afecto por los animales, las flores y la naturaleza. Cuando estudian, carecen de voluntad de aplicación, pero disponen de buena memoria y saben conquistar la simpatía de su maestro.
Tranquilos, son queridos por todos, aunque sea difícil que estrechen amistades.