Talismanes 1

El requisito principal para la formulación de un objeto talismánico es que contenga los símbolos rúnicos que perfilen el propósito que os ocupa y alguna firma o símbolo que represente a la persona u objeto que van a verse afectados por sus energías. Ha de estar diseñado de tal modo que todos sus símbolos, los anteriores y posteriores, estén dispuestos de una manera armoniosa y estéticamente placentera. La magia es una ciencia ordenada, y cuanto más ordenadas y armoniosas sean sus herramientas, mejor el resultado.
Como con cualquier otra disciplina, la práctica perfecciona, y está bien dedicar un tiempo a desarrollar las destrezas de tallar y pintar. Cuanto más fáciles os resulten estas cosas, más energía podréis dedicar a la visualización del resultado que deseáis. La visualización es muy importante y no debería tomarse a la ligera. Se trata de uno de los aspectos más cruciales de vuestra obra mágica, superada solo por la fe. También es una de las más complicadas, y dedicar mucho tiempo
a preocuparos por vuestra habilidad artesanal le robará a la operación una energía valiosa.
Prácticamente cualquier cosa se puede convertir en un talismán rúnico. Se puede labrar una «púa» especial para que acepte los símbolos mágicos. Por lo general, esta púa se crea con madera, ya que es fácil trabajar dicho material, aunque también se puede hacer de piedra, papel, metal o hueso. El grado de habilidad que poseáis como artesanos será el factor determinante en la elección del material a emplear. Alguien que no se sienta muy cómodo con papel y lápiz sin duda se volverá loco tratando de grabar una púa de plata, y lo más probable es que experimente tantas dificultades que perderá por completo la concentración, arruinando toda la operación. Ceñíos a aquello con lo que os sintáis cómodos… en realidad el material poco importa; lo que cuenta es la intención. Normalmente estas púas rúnicas especializadas cumplen un objetivo puramente mágico; no poseen otra función.
Hay otros tipos de talismanes rúnicos que cumplen una función que va más allá de lo mágico. También los objetos cotidianos corrientes se pueden transformar en talismanes. Las runas se pueden grabar en hojas de cuchillos, pintar en alguna parte del coche, tallar en dinteles de puertas o usar como joyas. Atractivas placas rúnicas de madera se pueden cargar con una función específica y colgar en casa o en la oficina, para acercar las energías rúnicas a vosotros y ayudar a crear y restaurar la armonía en vuestro espacio.
Si vais a construir la púa en madera, usad la tabla que se presenta al final del libro para elegir una madera propicia para la operación. Ello puede aumentar mucho la eficacia de vuestra magia.
Lo bueno de las maderas laminadas es que podéis encontrar en la tienda que las venda una selección más amplia de maderas «mágicamente importantes» entre las que elegir. Lo malo es su grosor. Ha de tenerse algo más de cuidado con su talla para garantizar que no se astillen o partan por la mitad.
Si decidís recoger la madera en un bosque, no olvidéis honrar al árbol de donde la obtengáis. Los mejores momentos para recolectar madera para talismanes son el amanecer, el crepúsculo y el mediodía. Dirigíos al árbol seleccionado, situaos en silencio delante de él y ordenad los pensamientos. Concentraos en vuestra necesidad y en el propósito de la púa que vais a fabricar, luego rodead el árbol nueve veces (el nueve es un número mágico extremadamente potente) mientras pronunciáis algo así:

¡Saludos, oh árbol de Roble (o Tejo, o lo que sea)!
Con respeto te pido esta rama.
¡Transmítele tu energía
para que pueda ayudarme en mi obra
para de bien!

Repetidlo todas las veces que sea necesario hasta completar las nueve vueltas alrededor del árbol. Luego proceded a cortar la rama que deseáis. Es bueno que en ese momento visualicéis las runas que vais a tallar sobre ella, si ya habéis decidido cuáles serán. No es algo necesario, pero ayuda tanto para impregnar en vuestro subconsciente como en la madera viva las energías rúnicas involucradas.
En cuanto hayáis finalizado la recolección, recordad agradecer siempre al espíritu del árbol por su generosidad y buena energía.
Ahora que tenéis la madera, ya se puede iniciar la formulación talismánica. Como se mencionó, la magia es una ciencia basada en fórmulas rituales. Nuestra mente podría realizar la magia necesaria sin estas fórmulas rituales, pero su empleo actúa como centro para nuestras energías y hace que la magia resulte más fácil.
Hay varios aspectos de la construcción talismánica, además de la adecuada elección de runas, que pueden ser muy útiles para darle un empujón adicional a la magia. Estos aspectos son:
Elección de una madera propicia; elección de un color propicio para los símbolos rúnicos; fabricación en la fase lunar adecuada; fabricación en un día propicio de la semana.
Una vez más, ha de recalcarse que ninguna de estas fiorituras son realmente necesarias para un resultado exitoso, aunque sin duda pueden ayudar. Usad la intuición para averiguar cuál os funciona mejor. Vuestra intuición, vuestra «corazonada», os ayudará a lo largo del camino.

Runas