Cómo romper relaciones con un nativo de Sagitario

El despego es el método más seguro. Conviene empezar por no acompañarlo más en sus viajes, paseos y prácticas deportivas. Muestre poco o ningún interés por lo que él admira o por el relato de sus aventuras.

Dígale que el campo es fuente de aburrimiento y que las excursiones pedestres son la manera más tonta de ir de un lado a otro.

Que tener animales, es atarse irracionalmente a un irracional. Impóngale fines de semana enteros dedicados al ocio y al descanso entendido como falta absoluta de movimiento.

Búrlese de su tendencia a enseñar todo a todos. Utilice —con discreción, eso sí— términos como «sabelotodo» y «gran maestro» y en poco tiempo huirá en busca de otra compañera, amiga, confidente y discípula.