El Sol en Sagitario

El justamente llamado astro rey gira sobre sí mismo cada 27 días, proyectando regularmente hacia la Tierra las manchas que en su superficie producen las tormentas magnéticas que constantemente sufre. Desde los tiempos más remotos se le ha asociado con la masculinidad creadora (Marte sería la destructiva), con el padre, con el esposo proveedor del hogar, así como con el jefe del gobierno.
Pero el Sol es, además de símbolo de los valores del fuego, del cobijo y de la bien reconocida fuente de vida, una estrella de radiación electromagnética de intensidad variable cuyos cambios provocan mucho más que la inestabilidad de la aguja imantada de la brújula o las perturbaciones en la atmósfera terrestre que dan lugar a fenómenos como el de las auroras boreales.
La presentación hacia la Tierra de esas famosas manchas solares es causa reconocida del agravamiento de muy diversas condiciones patológicas, así como de la propiciación de múltiples accidentes que en apariencia son debidos a simples alteraciones o fallos del sistema nervioso.

El Sol tiene arrebatos lunares

Posteriormente ha sido establecida la existencia de una relación de causa-efecto entre la actividad solar y afecciones tan diversas como las embolias pulmonares, particularmente en personas nacidas bajo el signo de Géminis; o bien de problemas circulatorios en nativos del signo de Cáncer y Capricornio. Es elevado el índice registrado sobre la incidencia de los trastornos solares y los ataques cardíacos en individuos pertenecientes al signo de Sagitario.
Se creía que sólo la Luna tenía el poder de agravar los padecimientos mentales, hasta que en 1963 Friedman, Bachman y Becker hicieron notar que había una relación indiscutible entre el aumento de ingresos a las clínicas psiquiátricas y el aumento de la actividad solar, reflejado también en el aumento de toda clase de conflictos de tránsito automovilístico en la ciudad y en la carretera.

La sangre activada por el Sol

Según recientes experimentos de un equipo de investigadores de la Facultad de Medicina de Harvard, la puesta en marcha matinal del organismo implica un proceso capaz de inducir un ataque cardíaco. En efecto, pruebas sanguíneas efectuadas cada tres horas a quince voluntarios revelaron que es por la mañana cuando las plaquetas, en sincronía con la energía solar, presentan una mayor tendencia a aglomerarse, particularmente de las seis a las nueve horas, propiciando repentinos fallos cardíacos o ataques, particularmente en personas situadas en niveles de alto riesgo, como los fumadores. Y al examinar como contrapunto a un segundo grupo de voluntarios al que no se le permitió quedarse en cama, no se observó ninguna alteración en la conducta de las plaquetas.
Finalmente se estableció que la tendencia matinal de estos elementos celulares de la sangre a la aglomeración es básicamente una reacción colateral del proceso de despertar y ponerse en actividad que las condiciones solares desatan mediante la inducción del flujo de adrenalina y noradrenalina, que con la elevación de la presión sanguínea hacen característica la lucha diaria por abandonar el lecho cuando el Sol cobra fuerza y el organismo se halla aún recuperando el tono.
La influencia del Sol sobre las condiciones sanguíneas fue confirmada por el doctor N. Shulz, hematólogo de los hospitales de Stchi, en Rusia, quien tras la observación de más de 120.000 casos estableció que el cuadro hematológico de una persona depende de condiciones tales como la edad, te alimentación, el tipo de trabajo y otras, pero, de manera muy especial, ue las radiaciones solares.
Las conclusiones se resumen en la necesidad de estudiar la influencia del sol y de la Luna para comprender mejor el curso de las afecciones de sus pacientes.

La influencia de los planetas nos llega a través del Sol

El profesor G. Piccardi, citado por el astrobiólogo M. Gauquelin y el alquimista J. Sadoul, confirmó ampliamente la convicción de los más antiguos astrólogos al afirmar: «Los progresos de la astrofísica, la geofísica, la meteorología y, más recientemente, de la radioastronomía han revelado que en el espacio que nos envuelve existe una multitud de condiciones en las que por costumbre y tradición nunca pensamos». Recordamos también el testimonio del astrónomo Michel Treillis, del observatorio de Niza, recogido también por Gauquelin, quien afirma: «Puede considerarse que las influencias planetarias introducen una modulación a una actividad específicamente solar», lo que implica que la influencia es netamente solar, aunque su pauta estaría sujeta a variaciones causadas por el magnetismo específico de los diversos planetas y de la Luna.

Tormentas magnéticas

Las órbitas planetarias ejercen efectos perturbadores sobre las ondas radiofónicas dentro de la atmósfera. Pero, esencialmente, es después de una elevación de la actividad solar cuando las interferencias se agudizan, durando el fenómeno varias horas con características muy semejantes a las que se producen durante las tormentas. Se trata de tormentas magnéticas. En las universidades se considera también el hecho de que los terremotos tengan su detonador en la actividad solar. J. H. Nelson, analista de difusión de la multinacional RCA Corporation y que en 1951 se hallaba a cargo del estudio analítico de la calidad receptora de las emisiones de radio de la empresa, efectuó una larga serie de observaciones que registró cuidadosamente hasta concluir que había configuraciones planetarias buenas y malas, o propicias y adversas para la recepción de las ondas de radio.
Así, de acuerdo con Nelson, citado por Gauquelin, para la recepción radiofónica es negativo que los planetas se sitúen en ángulo recto (es decir, a una distancia de 90°) con respecto al Sol, en conjunción (0°), o en oposición (180°). Por lo menos, resulta asombrosa la coincidencia con los aspectos astrológicos o las distancias angulares entre los planetas. Dentro de los aspectos menos trascendentes, convendrá anotar también que la gente suele asociar la palabra planeta a grandes distancias, lo mismo que la palabra espacio y que todos los términos referentes a lo extra terrestre. Pero el hecho es que no nos hallamos tan apartados de todo «esto».
Es indiscutible, aunque poco conocido y comentado, que las amas de casa deben barrer con mucha frecuencia polvo que ha llegado a sus hogares desde Venus o Marte o de puntos aún más lejanos del espacio. Pero, sin apartarnos del fenómeno de las ondas de radio, también debe decirse que, con demasiada frecuencia, esos ruidos que oyen en su radio y dificultan la recepción, no son ocasionados por el ascensor, ni por algún electrodoméstico de la vecina, ni por sobrecarga de electricidad en la atmósfera. En realidad son una muestra de las ondas electromagnéticas que en su estado atormentado emiten los planetas, desde Mercurio a Plutón.

El Sol es el «Jefe político» supremo

Para la astrología mundial el Sol representa al jefe del gobierno o, en el ámbito individual, al cabeza de familia, así como a la condición masculina y positiva. Debemos aclarar que esta verdad está cargada de implicaciones mágicas pero, por lo que a la vida cotidiana respecta, carece de las connotaciones machistas que se le suelen asociar.