Es el planeta más grande del sistema solar. Se halla a 762 millones de kilómetros del Sol y tarda 12 años en dar una vuelta a su alrededor. El dios Júpiter es el gran foco de la sabiduría y de la paternidad. Patrocina la expansión y el orden. Es el patriarca universal, único señor del signo de Sagitario y cogobernador del de Piscis. Patrocina las altas finanzas, representa a la burguesía y alienta el conocimiento especializado y las universidades. Asimismo, presta su dignidad al clero y aporta las pautas para la política exterior de los pueblos según el favor que cada uno le merece.
Fue el Marduk de los caldeos, pueblo que siguió la mucho más remota tradición de venerarlo como constructor de las casas de los demás dioses. No obstante, debe notarse que los caldeos no le reconocían un temperamento jovial (término que precisamente deriva de Júpiter a través de la voz latina jovis), como el que imprime a sus protegidos sagitarianos, sino más bien una condición iracunda, violenta y hasta destructiva, debido sin duda a que todavía padecían confusiones entre sus observaciones y el legado de los sumerios, de modo que le atribuían rasgos de Marte. Tolomeo consideró invariablemente a Júpiter como potencia zodiacal benéfica.
Lo alabaron también como iniciador del Zodíaco, aunque, ciertamente, el arquetipo del signo que preside, el centauro, surgió mucho tiempo después, no porque los astrólogos decidieran adoptar esta figura de monstruo híbrido, mitad hombre y mitad caballo, sino porque una misteriosa inspiración la señaló a los iniciados y se las hizo evidente entre cuanto el cielo y la Tierra son pertenencias sagitarianas.
Contra todo lo que suele creerse de la personalidad patriarcal, esta no es inconmovible, ni siquiera fiel a sus decisiones. En realidad, su esencia es mutable. A veces excesivamente inconstante, por lo que astrológicamente se le clasifica como «doble». Se caracterizó por buscar en el cambio el mejor de los recursos para materializar su voluntad, por lo que lo mismo se convertía en caudaloso río, en majestuoso cisne o en portentosa lluvia de oro.
Y volviendo al tema de las emisiones de radio que hacen los planetas, fue en 1954 cuando se descubrió que Júpiter emitía ondas de radio en onda corta. Ondas, por cierto, muy peculiares, muy en concordancia con el papel matriarcal y con la disposición contradictoria de este planeta, en inevitable oposición con el carácter del Sol.
Júpiter mutante
En efecto, las emisiones jupiterianas han demostrado ser tan variables como corresponde al carácter atribuido desde hace milenios al planeta. Pero las variaciones mostraban intensidades relacionadas, en razón inversa, con la actividad solar, de manera que cuando las emisiones jupiterianas son más abundantes, el Sol se encuentra en calma. Por el contrario, si el Sol se halla atormentado, Júpiter parece tranquilizarse y sus emisiones radiales se atenúan. Los científicos explican este fenómeno diciendo que el poderoso viento solar impide y bloquea entonces el paso a las ondas de Júpiter. Es posible. Pero lo que realmente cuenta es el efecto que tal fenómeno registra en la Tierra, particularmente en los humanos, y la forma en que los antiguos astrólogos sumerios, medos, caldeos, griegos, romanos, árabes y europeos, entre tantos otros, lo registraban.
Aportaciones de Júpiter a Sagitario
Inquietudes filosóficas y espirituales. Buena suerte en los negocios y en su profesión. Gran respeto a las leyes y a los derechos ajenos. Prestigio, buena proyección social de su imagen. Espíritu mundano y cosmopolita.
Despojos de Júpiter en Sagitario
Complicaciones por querer abarcar demasiadas cosas y demasiados compromisos con los que le rodean. Contradicciones entre lo que dice y lo que hace. Tendencia a querer tener siempre la razón. Pleitos que comprometen la situación. Confianza infundada en el factor suerte.
Volver a Sagitario