La influencia de la Luna sobre Sagitario

La Luna da una vuelta alrededor de la Tierra cada 29 días y medio. Se halla situada a 384.000 kilómetros de la Tierra. Tiene su domicilio en Cáncer, signo de la fecundidad, y su exaltación en Tauro. Es la diosa griega Selene, doncella cazadora, hermana de Helios, el Sol. Es el astro de la feminidad. Representa a la madre, a la esposa, al amor anhelado. Pero también domina el enorme océano del inconsciente, aunque no alcanza sus profundidades; estas permanecen siempre en tinieblas, apenas rasgadas ocasionalmente por un rayo. Es el ensueño e infunde aliento a la poesía y, en general, a la contemplación y a la fantasía… o a la locura.
Representa en lo general al pueblo y entraña el concepto de patria como hogar colectivo. Induce al cuidado y observación de las tradiciones. Entre tantos fenómenos que causa y promueve está el don de tratar con el público, pudiendo este ser indistintamente aplicado en el terreno del servido público o en el desarrollo de facultades teatrales. Influye sobre la condición física y psíquica de la mujer, pues no sólo determina el funcionamiento de sus órganos distintivos, sino que moldea su carácter en alto grado y le confiere a su idiosincrasia la cualidad húmeda que le es característica, en oposición con la característica masculina de sequedad. De hecho tiene particular dominio sobre las aguas, siendo por ello madrina de los pescadores.
Asimismo, está en inseparable relación con la mente, determina la imaginación e induce la sensibilidad creadora. Induce los cambios de ánimo y sentimiento e influye sobre cuanto recubre, protege y desarrolla la personalidad, contribuyendo a la formación del carácter Es preciso reconocer que su influencia es mucho más rica de lo que pudiera señalarse en unas cuantas líneas y que incluso trasciende el ámbito que mejor propicia, el de la fantasía, llegando a actuar en este aspecto como falaz propiciador de la locura y los arrebatos homicidas entre otros mil horrores de los que pueden dar amplio testimonio los practicantes de la hechicería.
De hecho, la Luna se encuentra detrás de la mayoría de las creaciones humanas, así como de su disposición a formar hogares, pueblos y países. Posee además un gran poder sobre la Tierra, causándole múltiples y constantes perturbaciones que alcanzan hasta lo más profundo de los seres humanos y determinando con mucho su carácter e incluso su destino. Se encuentra en la naturaleza física relacionada más directamente con el espíritu, según las enseñanzas de los antiguos iniciados. Así, gobierna todos los líquidos del cuerpo, determina la armonía entre los componentes de la sangre y hace que el flujo de esta suba o descienda. Prueba de esto es la adoración y el ascendente religioso que ha tenido entre todos los pueblos de la Tierra, así como el aprovechamiento que de su poder han hecho magos y brujas de todos los tiempos para la práctica de sus artes. Todo esto, por supuesto, ante el escepticismo académico. Sin embargo, en ía actualidad los científicos han empezado a cambiar de parecer ante las evidencias aportadas por laboratorios y por los propios pacientes respecto a este cuerpo celeste.

Vivimos dentro de un tejido inmenso de fuerzas

En efecto, la Luna, bajo cuyo influjo se sabe desde hace más de un millón de años que se magnifica todo lo relacionado con los instintos ocultos o reprimidos en el ser humano, así como algunas de sus facultades parapsicológicas, ha demostrado poseer un rango de influencia muy elevado sobre la humanidad basado en la potencia de su aura en combinación con los factores físicos del intercambio de atracciones que mantiene con la Tierra.
Así, contra lo que el mundo entero hubiera pensado, no son precisamente las noches oscuras, sin Luna, las que desatan los instintos criminales iniciando a hombres y mujeres a manifestar el lado más pernicioso de su personalidad y a atreverse, como no lo harían en otro momento, a la ejecución de toda clase de delitos, particularmente de los que implican violencia. La realidad, sorprendente, parece indicar lo contrario, siendo precisamente en el plenilunio cuando los hombres se sienten inclinados a mostrar conductas agresivas o de cualquier manera negativas. «Si existe el placer de matar —expresó H. P. Lovecraft—, en su máxima intensidad emitirá el brillo de la luna llena .»

Aportaciones de la Luna a Sagitario

Gran interés por los reinos de la naturaleza: animales y plantas. Gusto por la vida al aire libre y por los momentos de evasión del ambiente habitual. Costumbres muy ligadas a una moral rígida, a unas convicciones muy tradicionales. Dificultades en sus relaciones personales. Muy cerrado a lo suyo.

Despojos de la lanua en Sagitario

Falta de claridad en sus ideas y en sus acciones. Convivencia con problemas por temor a ver mermada su libertad personal. Problemas en la organización y planificación de su vida cotidiana.