Las directrices de la personalidad del Búfalo

Años regidos por el búfalo

Del 19 de febrero de 1901 al 7 de febrero de 1902.
Del 6 de febrero de 1913 al 25 de enero de 1914.
Del 25 de enero de 1925 al 12 de febrero de 1926.
Del 11 de febrero de 1937 al 30 de enero de 1938.
Del 29 de enero de 1949 al 16 de febrero de 1950.
Del 15 de febrero de 1961 al 4 de febrero de 1962.
Del 3 de febrero de 1973 al 22 de enero de 1974.
Del 20 de febrero de 1985 al 8 de febrero de 1986.
Del 8 de febrero de 1997 al 27 de enero de 1998.
Del 27 de enero del 2009 al 14 de febrero del 2010.

Las directrices de la personalidad del búfalo

Las virtudes esenciales de los nacidos el año del Búfalo son el ánimo apacible, el estudio metódico de los detalles y la firmeza de espíritu, cualidades determinantes para cuantos deseen abrirse paso en la esfera de los negocios, pero opuestas a la esencia de Sagitario. Ciertamente, el Búfalo alcanza sus propósitos sobre todo mediante el trabajo desarrollado con paciencia y capacidad, en tanto que Sagitario es impetuoso y obra siempre con tenacidad cuando se trata de alcanzar lo que ambiciona.
Para mayor oposición, que se traducirá en una mezcla suavizadora al combinarse con Sagitario, es de naturaleza conservadora y tradicionalista, aunque está en condiciones de escuchar a los otros con atención. Acentúa en algo la tendencia sagitariana a no cambiar de ideas o puntos de vista, pudiendo llegar a la obstinación desmesurada y a la pérdida de espléndidas oportunidades de desarrollo que implican grandes cambios o innovaciones revolucionarias, lo que dará por resultado un sagitariano desconcertado y conflictivo.
La calma y la paciencia del Búfalo son excesivas para la esencia de Sagitario, lo que origina una persona dada a las explosiones de la cólera más sorprendente, desenfrenada e injustificada. Cuando está muy irritado, el nativo influenciado por el Búfalo puede incluso llegar a ser peligroso. Entre los defectos suele destacar el autoritarismo más descarnado, con lo que, de nuevo, se acentúa una tendencia ya de por sí sagitariana, pudiendo este nativo atraerse voluntades tan negativas que lo descalifiquen para funciones tales como jefe de personal, o encargado de ventanilla de servicio público, o político.
Algo que produce una especie de corto circuito con Sagitario y que se traduce en una personalidad desconcertante, impredecible, es el hecho de que el Búfalo desdeña los impulsos aventureros y los riesgos excesivos, prefiriendo no iniciar la marcha hasta encontrar un camino metódico, gradual y seguro. Tiene un gran sentido de la realidad y actúa en la certidumbre de que manteniéndose fiel a sus principios puede alcanzar el éxito. Desconfiado y a veces sombrío, intolerante con las debilidades ajenas y también un poco huraño, encuentra dificultades cuando trata de entablar una amistad. En general se ve que el sagitariano influido por el Búfalo pierde extraversión y queda en una personalidad de pocas palabras o, en todo caso, de no demasiadas, a menos que se halle entre amigos. Por otra parte, si es necesario también está en condiciones de manifestar buenas dotes oratorias. Sin embargo, finalmente, el Búfalo infunde amor a la soledad.
No es sentimental y, en general, sigue el camino de la razón más fácilmente que el del corazón. Tampoco es susceptible al halago. En las relaciones de amor, al igual que el sagitariano, sabe mostrarse sensual y entregado, pero necesitará un buen período de adaptación porque evalúa con atención la consistencia de la afinidad con su pareja antes de asumir un compromiso definitivo.
Otra coincidencia con el temperamento sagitariano es la disposición autoritaria del Búfalo, que influirá también en su elección matrimonial induciéndole a evitar una pareja demasiado independiente. Sin embargo, a diferencia del sagitariano, el Búfalo es fiel por naturaleza. Vuelven a coincidir en el hecho de que el Búfalo cuida mucho de que a los suyos no les falte nada, aun a costa de grandes sacrificios. Asimismo coinciden en que el Búfalo es un jefe nato, lo que potenciará esta cualidad sagitariana, y no dejará de dictar leyes y de cuidar de que sus disposiciones sean cumplidas por todos al pie de la letra.
Podemos citar a Walt Disney, Jane Fonda, Willy Brandt, Hideyo Noguchi, Toulouse-Lautrec, Benjamín Britten.