Relación entre Sagitario y Leo

Entre dos signos de fuego no puede haber oscuridad ni frialdad. Sin embargo, esta combinación no es tan propicia como la encontrada con Aries. Y es que Leo es menos susceptible a la promesa de acción y buen humor, ya que, ante todo, reclama para sí reconocimiento y posibilidades de lucimiento.

Dicho en otras palabras, Aries posee confianza en sí mismo, en su ser, en su cuerpo, en su personalidad y en lo que con ellos puede hacer. Por el contrario, Leo tiene confianza social, en el ser de los demás en relación con el suyo, en su cuerpo y en su personalidad en relación con su capacidad para atraer a otros y en lo que con ellos puede hacer.

Sagitario, por su parte, confía en la brillantez de su mente y de su espíritu. Es bastante menos corporal. De hecho, vive entregado al exterior. Lo suyo son las distancias, tanto en lo físico como en lo mental y lo espiritual, por lo cual renuncia al brillo del cuerpo, lo que se manifiesta en el hecho de que la elegancia no es la mayor de sus preocupaciones precisamente.

Esencialmente Leo es brillante, afectuoso y generoso, pero desea menos la oportunidad de ver cosas nuevas y más la de ser visto él mismo, particularmente si pertenece al sexo femenino. Se trata de una personalidad que tiende a tomar las riendas de inmediato, y lo único que el centauro rechaza de manera categórica es verse adornado con bridas y estribos. Por otra parte, Leo carece del impulso hacia el conocimiento que tanto atrae a Sagitario, y sólo lo adquiere si media una cierta competitividad.

Lo que más confunde a Sagitario con relación a Leo es que, pese a sentir su irradiación, como signo de fuego que es, no consiga verle saltar de su actitud prejuiciosa y hasta displicente y decidirse a salir con él en busca de vivencias estimulantes, del cambio, de lo inusitado. Pero es precisamente en lo habitual donde se halla la corte del rey león, y no está dispuesto a quedarse sin vasallos.

Por tanto, Leo se siente a disgusto cuando se le impulsa repetidamente a abandonar su entorno habitual. Por el contrario, Leo experimenta un particular agrado por la sabiduría de Sagitario, por la majestad patriarcal ya plena o en formación que, desde su juventud, manifiestan los centauros en la forma de un agradable equilibrio en todo lugar y momento, lo cual es percibido casi instintivamente por la naturaleza de Leo. En síntesis, puede asegurarse que hay más puntos de atracción en Sagitario para Leo, que en Leo para Sagitario, y son muchos puntos los que ambos tienen en común.

Sagitario y Leo como amigos

Leo tiene conciencia de que sólo puede dar lo mejor de sí mismo ahí donde pertenece, en tanto que Sagitario se ufana de su capacidad de desplazamiento, lo que no le da territorialidad, pero sí una gran experiencia que se transforma en autoridad y que Leo desearía para sí, aunque no encuentre qué dar a cambio al centauro. Esto sería una fábula interesante, de no repetirse día a día entre estos dos signos. O, más bien, entre los tres signos de fuego, ya que Aries es móvil, Leo es generoso, pero Sagitario es ambas cosas y a Leo le encantaría poseer tal dotación de nobleza. Por su parte, a los sagitarianos no les atraen demasiado las exhibiciones pomposas y no les será difícil mantenerse en segundo término en tanto puedan beneficiarse de alguna manera, abierta o veladamente cuando realmente lo necesiten, ya que para su hábito de manipular gente Leo les resulta bastante gratificante. En síntesis, se tratará de una amistad bastante desigual, en la que nadie estará seguro de cuál se beneficia más… o menos.

Sagitario y Leo como amantes

En un plan informal, Leo se conforma con que se le permita brillar y mostrarse tan convencional como le apetezca, a cambio de lo cual se dejará llevar hacia todas las ocurrencias de su amante sagitariano. Es decir, si le das un buen marco te permitirá pintar el cuadro, ni más ni menos, lo cual tiene toda la apariencia de un trato bastante inspirador. Y lo es, habida cuenta de que bajo el Sol también se dan grandes pasiones, como podrá comprobar el nativo de Sagitario con su amante Leo.

Sagitario y Leo como socios

Sin duda, una sociedad que tendrá difíciles aspectos en el caso de que desde el principio no se establezca que Leo será quien dé las órdenes. Por otra parte, deben partir de la base de que a los dos les resulta difícil trabajar para otros, por lo que el negocio que emprendan deberá reunir cualidades bien definidas por cuanto a libertad y extensión de la acción para Sagitario, así como conexiones y posibilidades sociales para la expansión comercial de Leo.

Sagitario y Leo como matrimonio

Las posibilidades matrimoniales permiten algo más de optimismo que en el resto de las posibles asociaciones entre estos dos signos, siempre que Leo sea mujer y Sagitario hombre, hasta que los convencionalismos sociales permitan otra cosa. Y es que en estas circunstancias se puede hacer de inmediato una división territorial de corte tradicionalista: Leo dominará todo lo concerniente a la casa, en tanto que Sagitario se encargará del papel del cazador-proveedor. Por supuesto, habrá que matizar un poco y añadir que la Leo considerará que su sagitario es —¡por supuesto!— parte de la casa y no querrá saber que anda por ahí vagabundeando más de lo necesario, ni aceptará ningún alegato en nombre de la libertad; lo de la casa a la casa y lo del mundo al mundo.

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