Relación entre Sagitario y Tauro

Uno es la movilidad, el otro la estabilidad. Sin embargo, atención, no se piense que han de oponerse por principio. De hecho, los planetas que los animan poseen una naturaleza más que cordial (Júpiter y Venus respectivamente). Sin embargo, hay que considerar que a Tauro no le complace la idea de vivir yendo de un lado para otro. Tampoco les agrada demasiado la idea de vivir al acecho de novedades, ya que esta actitud implica la introducción de cambios en la forma de vida que tanto gustan de mantener y enriquecer a lo largo de su existencia.

El sagitariano renace con la aventura, en tanto que el Tauro se extasía con la seguridad, la estabilidad y la previsión. Los nativos de Tauro viven enamorados de las comodidades hogareñas y se miden a sí mismos y a los demás de acuerdo con las dimensiones y las ventajas de que están dotadas sus casas, en tanto que para Sagitario la medida está en la inteligencia, en la forma de obtener lo que se desea y en la capacidad que se tenga para manejar a los demás y convertirlos en aliados de los propios propósitos.

Lo que inicialmente atrae a Sagitario hacia Tauro es la estabilidad y la solidez de cuanto este hace y significa. Y no es de sorprender que llegue a enamorarse rápidamente de tal maravilla que con tanta naturalidad ostenta lo que precisamente a él (o ella) le falta. Y luego, sin que pierdan intensidad los sentimientos, el sagitariano empezará a desentrañar la verdad. Se confesará que le fascinan las virtudes de Tauro, pero que prefiere seguir con sus propios métodos; es decir, seguirá esperando que sus logros lleven el sello del análisis y, en suma, de las ideas, en vez de confiarlos al método.

Por su parte, Tauro ve al sagitariano como persona demasiado inquieta, demasiado dependiente de elucubraciones desordenadas y dada a cambiar de parecer. Pero, lo que es peor, incapaz de apreciar los valores de concentrar el esfuerzo en el entorno en que se vivirá. Y, finalmente, tampoco entenderá el Tauro ese empeño en hacerle apreciar el valor de las ideas, ya que considera que si algo valen realmente, debe hacerse evidente en términos materiales.

Sagitario y Tauro como amigos

La amistad entre personas pertenecientes a estos signos depende esencialmente de que se inicie sobre algún acuerdo mutuo. Deben compartir desde el primer momento algún punto de vista, ya que siempre estarán en desacuerdo con la forma de pensar del otro. Por supuesto, de la trascendencia de los criterios que comparten desde el principio’dependerá que su amistad tenga alguna trascendencia, pues, de no ser así, se disolverá inadvertidamente.

Sagitario y Tauro como amantes

De llegar a la intimidad, convirtiéndose en amantes, el Sagitario se sorprenderá al ver el arrollador poder de la sexualidad de Tauro. En este caso deberá entenderse que únicamente los sentidos son capaces de dar trascendencia a esta relación, reforzados por la indudable capacidad de Sagitario para compartir y vivir el matiz romántico. Pero, en cuanto las técnicas del sagitariano se agoten, se verá sexualmente superado y ambos empezarán a sentirse gradualmente desencantados. En realidad, entre Sagitario y Tauro todo es gradual, hasta el extremo de que no siempre quedan seguros de haber terminado sus relaciones.

Sagitario y Tauro como socios

He aquí una relación excelentemente aspectada si Sagitario se hace cargo de las ventas y Tauro de las compras. Es en el aspecto de los negocios cuando se comprueba que en numerosos aspectos estos dos signos componen caras de una misma moneda. Y cuando de monedas y billetes de banco se trata, demuestran que pueden formar un equipo con el mejor de los valores bancarios, gracias precisamente a que sus diferencias son complementarias.

Sagitario y Tauro como matrimonio

Si un sagitariano llega a casarse con una nativa de Tauro, deberá mirar el ascendente de ambos en busca del matiz que les ha unido, en contra de lo que generalmente se les había vedado. Es casi seguro que por la intervención de otro signo, Sagitario se encuentre necesitado de un lugar fijo y de una manera de pensar directa, lo que sin duda Tauro podrá alentar y premiar de la manera más inspiradora.
Lo importante es que el centauro llegue a la ceremonia seguro de que más tarde no se sentirá demasiado atado, privado de su libertad y obligado a vivir en un entorno que, de tan reducido, se le vuelva asfixiante.

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