Sexualidad de Sagitario

El espíritu competitivo de Sagitario se pone de manifiesto también en el sexo, por eso, por lo general, se inclina por las conquistas «difíciles» a las que otros no pudieron acceder. Una de las motivaciones que pesan a la hora de llevar a sus parejas a la cama, es la envidia que pueda generar en los demás.

Una vez allí, se entrega a los juegos previos sin extenderse demasiado en ellos, porque lo que más le interesa de un encuentro íntimo es el acto sexual en sí mismo. Por esta razón, los practica con eficacia, pero sin demasiados preciosismos.

Para hacer el amor elegirá siempre lugares no convencionales. La playa, el parque, el coche, una calle poco transitada le resultarán más tentadores que el dormitorio, pero si tiene que hacerlo allí, un espejo en el que pueda contemplarse contribuirá a incrementar su excitación. Como sus deseos son cambiantes, es difícil saber lo que quiere en materia de sexo, pero su compañero puede estar seguro de que Sagitario siempre explicitará lo que desea en el momento de llevarlo a cabo.

Las palabras fuertes constituyen para él un condimento insustituible de la relación sexual y si su compañero participa activamente en este juego, Sagitario se sentirá muy gratificado, ya que gran parte de la satisfacción que obtiene en la cama es de orden mental.

Para el Sagitario, el sexo es un deporte, por eso puede practicarlo varias veces al día y es capaz de tener muchos amantes sin sentirse demasiado comprometido con ninguno. Toma las cuestiones de índole amorosa con poca solemnidad, porque hacer el amor es para él algo tan natural como tomar un vaso de agua y cualquier actividad enérgica puede predisponerlo a una relación sexual.

La acción es para él una suerte de afrodisíaco. Una larga cabalgata, una carrera, un día de campo cortando leña son estímulos capaces de encender su deseo y de llevarlo a los brazos de su amante de turno.