La limpieza, energización y armonización de los chakras

Tal vez la forma más profunda y eficaz de tsabajar con la energía de los cristales sea disponerlos sobre los chakras o centros energéticos del ser humano. Estudiaremos los chakras y sus cristales en el capítulo dedicado a ellos. Ahora nos limitaremos a estudiar la forma y el método de cómo se realiza esa terapia.

La función de la terapia de los cristales sobre los chakras tiene como finalidad la limpieza, energización y armonización de los mismos. De un total de siete chakras (existen muchos más, pero por el momento nos vamos a atener a estos siete principales), localizados a lo largo de la columna vertebral, vemos que cada chakra cuida de un determinado aspecto energético y psíquico del ser. Es como si cada chakra fuese una nariz que respirase, inspirando y espirando un determinado nivel de energía más sutil que el aire, para vivificar su plano en la existencia. Igual que necesitamos respirar oxígeno para que el cuerpo permanezca vivo y saludable, también necesitamos respirar esas energías sutiles, de otras dimensiones, para que las vidas etérica, astral, mental y espiritual puedan también estar, simultáneamente presentes en nuestra existencia, vivas y saludables.

A medida que vamos creciendo, las limitaciones del ego, los miedos, los anhelos, los deseos no realizados, los instintos reprimidos, la represión de la sexualidad y de la expresión personal, la carencia de autoestima, la autocensura y la culpa, los excesos para com pensar esas carencias y demás, van atascando, bloqueando y poniendo fuera de uso las funciones salutíferas de esos chakras, provocando la enfermedad y la incapacidad de disfrutar de todo el potencial de la vida. Es la misma sensación que cuando nos resfriamos, con la nariz tapada, y nos debatimos, sofocados, buscando un poco de aire para alimentar los pulmones.

El contacto de los cristales apropiados con los centros bloqueados irá, inicialmente, limpiándolos, absorbiendo los bloqueos, desatascando su canal de contacto con la vida. El primer paso de toda terapia es expeler aquello que está perjudicando. Cuando recibimos una visita, no adelantamos nada adornando la casa si antes no la hemos limpiado. Después, ahora sí, los cristales energizarán esos centros, alimentándolos con su propia luz y energía para que tengan fuerza suficiente para recomenzar a trabajar por cuenta propia. Y, por fin, armonizar todos los chakras entre sí, pues es del equilibrio energético entre ellos de donde llega el verdadero bienestar de estar vivo. Lo ideal es que la energía sea distribuida por igual entre todos los chakras, sin privilegiar a ninguno.

Con el debido conocimiento, después del estudio de este libro, podrá aplicar esta técnica con otras personas. No obstante, aconsejo que empiece a trabajar en sí mismo para experimentar, en los propios chakras, la acción y los efectos que los cristales pueden proporcionar. Aprenda a curarse a sí mismo y entonces podrá curar a los demás. No quiero decir con esto que en un caso de emergencia o de un simple dolor de cabezano pueda ayudar a alguien sin antes haber experimentado consigo mismo. Estoy hablando de la acción deliberada y constante de ofrecer la terapia con cristales, lo que exige una práctica personal y mucha responsabilidad, ya que se están moviendo las energías de la vida de otra persona.

La selección y utilización de los cristales para hacer una terapia integral a otra persona resulta de un conocimiento profundo de los cristales y de la psique humana. Podemos el Tarot como un diagnóstico para llegar al núcleo psicológico de la persona y de la cuestión. A través del Tarot, y confirmándolo con el péndulo, veremos cuáles son los chakras bloqueados, carentes, y cuáles los que consumen un exceso de energía. Entonces, seleccionaremos, también con la ayuda del péndulo (cuando sea necesario), los cristales favorables a ese diagnóstico, procediendo, inicialmente, a una fase de limpieza de los chakras, que puede durar de una a varias sesiones, según el grado en el que estén cerrados. Cuando los chakras carentes ya están desbloqueados y los muy activos sedados, es el momento de comenzar la energización de aquellos que necesitan el estímulo de los cristales para retomar su actividad normal, lo que también puede durar una o más sesiones. Y, por fin, con la armonización, equilibramos todos los chakras, volviendo a estar el ser reintegrado, de vuelta a toda su potencialidad de vida, claro está, si él quiere y hace por merecer.

El arte de curar a través de los cristales es un don, así como toda la medicina y todo en la vida. Ya nacemos con ese don, pero podemos desarrollarlo mucho más a través del estudio y de la dedicación. El objetivo de este sitio no es formar terapeutas, lo que solo la vida lo hará, pero sí dar al interesado el conocimiento de todos los tipos de interacción con los cristales y medios para poder ayudarse y ayudar a los demás, con técnicas simples, sin riesgos de contraindicaciones.

Por eso, no piense en comenzar por el fin. Empiece descubriendo, en Sí mismo, la energía de cada cristal, colocándolo en la palma de la mano, en la frente y sobre sus respectivos chakras. Intente sentir, aproximadamente, durante 15 minutos el cambio de energía entre usted y él. Haga así con todos los chakras, intentando sentir si el cristal está absorbiendo o emitiendo energía. En una segunda etapa, coloque un cristal sobre cada chakra hasta completar los siete chakras fundamentales. Sienta, entonces, el flujo energético corriendo por la columna vertebral, armonizando y equilibrando los siete chakras. En fin, disfrute el placer y el bienestar físico, emocional y mental que esta experiencia ofrece.