Denominada tirada de la pirámide debido a la posición como colocamos la cartas sobre la mesa, es decir, una forma escalonada con una amplia base de cuatro cartas y diferentes pisos hasta llegar a una sola carta. Es decir, con una base de cuatro cartas, el siguiente escalón tendría tres, luego formaríamos uno de dos, y para el último sólo le correspondería una carta. Esta tirada no tiene como objetivo realizar una lectura general, sino más bien abordar un problema específico o una pregunta muy concreta. La fórmula a seguir será la siguiente: elegiríamos diez cartas y las colocaremos en el orden piramidal indicado. En la lectura procederemos a realizarla por hileras que comenzarán en el vértice de la pirámide, esa carta que se encuentra solitaria en la cúspide.
La primera carta nos revelará los aspectos dominantes o influencia actual de la lectura. Es la carta con más fuerza y, por tanto, la que predominará sobre todas las demás, marcando el ritmo de la lectura de las siguientes e influyendo notablemente en ellas.
Las dos siguientes cartas que leeremos, nos indicarán las opciones o alternativas que posee el consultante en el instante de realizar esta tirada. Puede acaecer que las dos opciones sean casi iguales, lo que indicará al consultante que, ante el problema que se enfrenta, sólo tiene una alternativa. Generalmente son dos las alternativas que se presentan muy diferenciadas, en ese caso el consultante tendrá que elegir entre la que sea más adecuada, para ello se valdrá de la primera carta que es la predominante en toda la tirada y la que le orientará en la decisión a tomar.
Las tres siguientes cartas representan las fuerzas subyacentes que han dado lugar a la situación con la que se enfrenta. El consultante verá a través de ellas que son muchos los factores que se mezclan en un solo problema, y que todo está interrelacionado.
En realidad nunca las cosas son sencillas y son precisamente estas tres cartas las que le ofrecen una imagen general de la problemática y los factores que inciden en ella.
Finalmente las cuatro últimas cartas indican la mejor alternativa que tiene el consultante para afrontar y resolver la situación de ese problema que le afecta. Aquí el consultante tendrá que escoger sabiamente entre las diferentes alternativas para resolver el problema, y a la vez tendrá que tener en cuenta nuevamente la primera carta que ha desvelado, y que como ya hemos dicho antes, es la predominante que le servirá como consejera en la elección de una nueva carta que marque el camino de la resolución.
