Segundo chakra: el don de la emoción

El don de la emoción
Nombre: SVADHISTHANA (Morada del Ser). Situación: plexo epigástrico, genitales.
Color: naranja.
Glándula asociada: las gónadas (testículos y ovarios).
Vamos a conocer ahora nuestro segundo don. El arco iris le agasajó con el color naranja y está situado entre el pubis y el ombligo, siendo conocido como el chakra emocional o sexual. Al contrario del instinto reproductor animal, el ser humano descubrió un divino placer en la unión sexual, o sea, la sensación de la felicidad de estar completo de nuevo, una vez que la fusión con el otro nos remite a la unión con nuestra propia alma, el reencuentro con nuestro ser.

Este es el reino encantado de los sueños, las fantasías, los romances, las nostalgias, en fin, todas nuestras emociones. Y ¿qué son las emociones? Las emociones son reacciones inconscientes compulsivas del alma ante los estímulos de la vida. Esos estímulos tienen sus extremos entre el placer y el dolor. El segundo don habla del deseo inconsciente de felicidad, de la satisfacción del alma, es la meta fundamental de todo ser humano. Deseamos ser felices y, por lo tanto, deseamos aquello que nos hace felices. Buscamos la felicidad en las relaciones, en las religiones, en las profesiones, en el éxito, en la fama y en la riqueza. Sin embargo, al apasionarnos por el objeto de nuestra felicidad, nos convertimos en dependientes de él para nuestra propia felicidad. Y entonces sufrimos cuando él huye de nuestras manos o cuando no corresponde a nuestras expectativas. Proyectamos en él, en el mundo, nuestra propia alma y, de este modo, la perdemos.

El secreto y el arte de este don está en la capacidad de vivir todas nuestras emociones sin agarrarnos a ellas. Estas son el canal de expresión de nuestro corazón, de nuestra alma ante la vida. Para que exista amor, debemos amar alguna cosa o a alguien, pero sin olvidarnos que esa inagotable fuente de amor reside eternamente en nosotros mismos.
Cuando el chakra está bloqueado, la persona no consigue expresar sus emociones. No consigue dar ni recibir afecto. No confía en sí mismo, en su capacidad de entregarse a los sentimientos. El miedo al fracaso adultera su polaridad energética, afectando a las hormonas y provocando disturbios en la sexualidad, como la impotencia, la eyaculación precoz y la frigidez. Cuando el chakra está hiperactivado, la persona se entrega compulsivamente a sus emociones. No tiene límites. Es alguien esclavo de sus pasiones, siendo capaz hasta de perder la vida por ellas, ya que ahí está su razón de vivir. Puede ser un nostálgico que quiere mantener vivos los recuerdos del pasado, o una «persona que está en la luna» que vive construyendo castillos en el aire sobre la realidad.

Cristales

Piedra de la luna
La piedra de la luna, como la luna, nos conecta con el propio alma, con el aspecto femenino de nuestra naturaleza emocional. Ayuda a desbloquear, a liberar las emociones para que puedan ser expresadas en la vida de forma fluida y equilibrada. Limpia el subconsciente, sacando a la superficie emociones reprimidas para trabajarlas y armonizarlas en lo cotidiano. Calma las emociones, permitiendo que ocupen su lugar en la vida. Aumenta la sensibilidad y la capacidad de compartir la energía afectiva y sexual con las personas, transmitiendo a la consciencia el conocimiento de que todas las cosas son parte de un ciclo de constantes transformaciones. Ayuda a los hombres a sintonizar más con el aspecto femenino de su naturaleza, combatiendo el estrés y la ansiedad, además de trabajar problemas ligados a la imagen materna. Aumenta la fertilidad, protege la gravidez y el parto, ayuda en el equilibrio físico, hormonal y emocional de las mujeres durante el ciclo menstrual. Combate todos los problemas femeninos (senos y útero), problemas estomacales e intestinales, úlceras, dolor de cabeza, fiebre, tos seca, sed, sensación de ardor, tensión arterial alta, insomnio, cáncer, tuberculosis e intoxicaciones.

Calcita naranja
La calcita naranja estructura la energía emocional, facilitando una expresión sana en las relaciones afectivas y sociales. Da seguridad, base y confianza para la vida emocional. Estimula la energía sexual, aportando más calor y creatividad en las relaciones. Combate el desánimo, la represión, la inhibición, la timidez, la sensibilidad excesiva, la autonegación, los resentimientos, las emociones reprimidas, las culpas no digeridas, la falta de confianza en sí mismo y los problemas sexuales. Ayuda en el tratamiento de los riñones, del estreñimiento, de la falta de leche materna, de problemas menstruales y de ovarios, de las alergias de fondo emocional, de alteración de la tensión arterial de fondo emocional, de espasmos musculares, de gases, de los órganos de limpieza, de los huesos y articulaciones.

Cornalina
La cornalina estimula la autoconfianza para expresar las emociones, creando un espacio propio para que se manifiesten en la vida. Tranquiliza la tensión del momento presente, dispersando los devaneos emocionales, estimulando un amor y una apreciación más profundos sobre las bellezas y dádivas de la tierra. Es una piedra para la purificación de la unidad familiar, de la armonía entre parientes y de los lazos consanguíneos. Estimula los impulsos sexuales y la purificación de la sangre, libera los órganos reproductores de bloqueos físicos que impidan una procreación sana (infertilidad o impotencia). Estimula también las características físicas y psicológicas de cada sexo, combatiendo, por ejemplo, la voz fina de los hombres, o el nacimiento de exceso de vello en las mujeres, entre otras. Elimina pensamientos y emociones triviales, yendo directamente al punto de la cuestión. Por eso es muy buena para las personas distraídas, confusas, con poca capacidad de concentrarse, susceptibles, tímidas, angustiadas, fantasiosas y cobardes. Protege contra accidentes, tempestades, rayos, pesadillas, mal de ojo, hipnosis, heridas, y caídas. Influye y regula la ingestión de alimentos y su asimilación. Combate la hemorragia, la fiebre, la infección, el envenenamiento de la sangre, úlceras, quemaduras, deficiencias nutritivas, efectos de radiación, mal de riñones, intestinos, pulmones, piel, bazo, ojos, encías y problemas capilares.

Ópalo
El ópalo es un gran amplificador de las emociones. Aumenta y refuerza el estado emocional predominante. Por eso se debe usar solamente cuando estamos a bien con la vida. Acentúa la naturaleza ilusoria, erótica y emocional de la vida. Aporta sed de vivir, estimulando la acción para el placer de los sentidos. Tiene un gran poder mágico, pues exalta la intención consciente de las emociones, dando a su usuario la capacidad de seducir, encantar, manipular y engañar a las personas, gracias a la «convicción» de sus sentimientos. Por eso se la llama tanto la «Piedra de los Magos» como la «Piedra de los Ladrones». Es útil para las personas equilibradas y para la expansión de los verdaderos sentimientos de felicidad y alegría. No debe ser usada por quien tiene a Saturno mal situado en el mapa astral, ya que aumentará el aspecto de restricción del planeta.