Esta es una tirada muy práctica no sólo en el momento de jugar en todo tipo de loterías y sorteos sino también a la hora de buscar la suerte en general en la vida. Su realización será siempre en días de cuarto creciente o luna llena, nunca en menguante o luna negra, es decir: ausencia de luna.
Materiales necesarios:
– Billete o boleto de lotería.
– Papel o cartulina amarilla.
– U na fotografía del peticionario.
– Aroma de Patchouly.
– Una ramita de perejil.
– Arcanos: La Rueda de la Fortuna, el Mundo o el Carro.
Para realizar esta tirada mágica el consultante deberá seguir los pasos ya indicados al principio de este capítulo y colocar ante sí el billete de lotería, quiniela, etc. adquirido, o en el caso de buscar suerte en general, escribirá en el papel o cartulina amarilla aquello que desea obtener.
En posición horizontal y paralela a la colocación del papel situará la fotografía del peticionario, y sobre ella una ramita de perejil uncida con unas gotas (entre tres y cinco) de aroma de Patchouly. Debemos recordar la importancia del perejil como elemento polarizador de buena suerte y abundancia, incluso, aunque éste no sea el caso de mejoras laborales. Por su parte el aroma de Patchouly, originario de latitudes hindúes, es portador de buenas vibraciones.
Una vez dispuesto el conjunto anterior, deberemos proceder a la tirada de cartas, cabe citar que la principal será la Rueda de la Fortuna que colocaremos en el centro de las otras dos que actuarán como cartas de apoyo.
La Rueda de la Fortuna representa, en este caso, la posibilidad de mutación y cambio de las cosas, da buena suerte y activa lo novedoso. A su izquierda colocaremos la carta del Carro, que manifiesta el bagaje o lo aprendido por el consultante, su vida y su pasado. A la derecha situaremos la carta del Mundo, que serán los apoyos y las alianzas.
Seguidamente en el momento de realizar la visualización, el operador deberá ver al peticionario en actitud positiva y alegre, contento porque le ha tocado su décimo de lotería o ha ganado en su juego de azar.
La invocación se realizará a tres bandas en este orden:
«Que la fuerza del Carro permita que las circunstancias vividas por … (nombre de la persona) no sean obstáculo para su mejora en la vida y para obtener suerte en el azar».
«Que la Rueda de la Fortuna que ahora influye con su energía sobre … (nuevamente el nombre del peticionario), derrame su poder para dar un cambio en la suerte de esta persona».
«Que el Mundo de fuerza a … (nombre), para que una vez obtenidos los apoyos, su entorno sea próspero, afable y amistoso».
Tras la última invocación el ritual se dará por concluido, pudiendo proceder al agradecimiento y cierre del mismo.