Tauro huye de las relaciones fugaces porque busca un amor para toda la vida. El amante capaz de conquistar su cuerpo y su corazón deberá demostrar su misma voracidad tanto por el amor como por la comida y, además, ofrecerle una dosis extra de seguridad y calidez.
La claridad, la fidelidad y el sentido del humor deben ser las otras virtudes de la pareja de Tauro. Como no concibe las medias tintas, porque para él todo es blanco o negro, no aceptará un juego que no sea del todo limpio. Los coqueteos de su pareja, aunque no pasen a mayores, lo alejarán de ella.
En todo momento necesita saber cuáles son las leyes de juego y sentir que los dos las respetan por igual. Las risa de quien lo acompañe en la vida lo ayuda a distenderse y a liberarse del exceso de seriedad con que encara los problemas.
Si su amante es lo suficientemente hábil, podrá lograr en Tauro los cambios que se proponga, siempre que lo haga en forma paulatina, sin que él lo advierta. Para permanecer a su lado deberá tolerar su necesidad de controlar la vida ajena y, por supuesto, tendrá que tener como objetivo fundamental formar una familia.
Un Tauro no puede concebir la vida sin el matrimonio y los hijos, porque la familia es para él la expresión máxima de la seguridad, la confianza y el amor sólido.