Tauro con Leo

Las peleas entre Tauro y Leo estarán a la orden del día.

Al León, el rey de la selva, le gusta hacer cumplir su voluntad, pero el Toro no esta dispuesto a dejarse gobernar despóticamente.

La única solución al conflicto es que Tauro acepte la naturaleza exhibicionista del Leo y le permita ejercer su reinado sin oposición o que, por lo menos, le haga creer que no la tiene.

La vida en pareja resulta excesivamente monótona para el rey, acostumbrado a salir de cacería y a protagonizar múltiples aventuras.

Por eso, Tauro deberá alternar sabiamente la tranquilidad de la vida en pareja con las turbulencias del sexo, si pretende que el León no se aburra.

La naturaleza leonina, independiente y salvaje, puede llegar a domesticarse si el Toro sabe cómo hacerlo. Para ambos los placeres físicos del amor constituyen un puente de comunicación que no deben desaprovechar.