Por lo general, los nacidos bajo el signo de Cáncer son geniales, aunque estén dominados por la Luna y por lo tanto sean inconstantes.
Son elementos difíciles de guiar en el planteamiento de los problemas, pero capaces de autodeterminarse y de escoger lo mejor.
Lo importante es que venzan su tozudez inicial y que sepan aprovechar los consejos de quienes les quieren bien para sacar partido de los innumerables dones que poseen.
Para convencerlos, hay que sostenerlos y alabarlos, y ellos se sentirán de esta manera estimulados a mejorar y a triunfar.
Los nacidos en Cáncer necesitan junto a sí a una persona que les comprenda y que les ame, que sea para ellos el objetivo de su vida: por esta persona, los nacidos en el signo serán capaces de toda abnegación y de grandes sacrificios, recibiendo a cambio el estímulo para construir con éxito y para triunfar en la vida de la manera más brillante, fortalecidos incluso con dones naturales poco comunes.