Con Júpiter en Géminis, el Capricornio puede considerarse afortunado porque resultará ser también más confiado, sabiendo vivir los acontecimientos con una cierta distancia y, seguramente, no pensando en el suicidio si sufren una desilusión, sino al contrario, resignándose enseguida.
Los nativos pasan con facilidad de una opinión a otra, según el estado de ánimo del momento.
No administrarán muy bien su dinero que se les escapa de las manos como si estuvieran agujereadas. La facilidad en la oratoria, la considerable inteligencia y el talento le aportan amistades y admiradores.
Son también ocurrentes y dinámicos. En los afectos saben dar muchas alegrías que raramente perdurarán debido a su temperamento inestable.
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