Con Saturno en Escorpio los sujetos son tan racionales como intuitivos. Se trata de una óptima fusión: la Tierra de Capricornio absorbe el Agua de Escorpio con alegría.
Por lo tanto, la tarea es precisamente la de unir estas dos tendencias, en caso contrario resultarían ser seres demasiado racionales o demasiado emotivos.
Tienen en general una firmeza de carácter que no se debe confundir con la testarudez. El Escorpio sufre también la influencia de Plutón, que lo induce a realizar una constante transformación.
Son perfeccionistas, ambiciosos, versátiles, necesitados de comparaciones y de consensos. No les gustan las cosas fáciles y sólo en la lucha se sienten vivos y satisfechos en sus deseos más íntimos.
En esta combinación no faltan las pruebas afectivas y existenciales.
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