El arroz ostenta un simbolismo ritualista, como ocurre por ejemplo en las bodas, en donde tiene una clara relación con la abundancia, connotación que viene desde tiempos ancestrales, ya que los cereales siempre han estado muy ligados a la concepción de la fecundidad.
Ver arroz es, pues, sinónimo de prosperidad. Comerlo es también un óptimo presagio de ganancias y abundancia.
Cosecharlo pronostica fortuna. Cocinarlo es indicativo de alivio y protección.
Ver arroz es, pues, sinónimo de prosperidad. Comerlo es también un óptimo presagio de ganancias y abundancia.
Cosecharlo pronostica fortuna. Cocinarlo es indicativo de alivio y protección.