Estos nativos de Escorpio son personas bastante extrañas, fundamentalmente contradictorios, a los que no les bastará una vida para llegar a lo más alto de sí mismos.
Siempre íntimamente insatisfechos, probarán frenéticamente cualquier vía de expresión posible para realizarse.
Instintivamente excéntricos en las elecciones de la vida, será fácil encontrarles a contracorriente, siempre en los límites de la normalidad y de lo que habitualmente tiene esa reputación.
A menudo representan a los clásicos idealistas, a los soñadores, que no abandonan las metas fantásticas a pesar de que la vida los acose inexorablemente.
El espíritu es joven y ellos a los cincuenta años son jóvenes algo crecidos, a los que les gusta la compañía y polemizar e idear formas de cambiar el mundo. Su energía mental es muy grande, la inteligencia es penetrante e ingeniosa.
En amor no hay reglas, todo es posible… excepto que se casen y lleven una vida monótona entre la casa y el trabajo. Bromas aparte, están abiertos a todas las experiencias, y no será traumático, si fuera necesario cambiar de rumbo; en el fondo, el lado más bonito del amor para ellos es esperar que lo que tiene que venir sea mejor, más satisfactorio y más excitante que lo anterior.