En amor sabe sin duda cómo gustar a cada mujer, por obra de su aguda capacidad de comprensión de los gustos y hasta de los pensamientos de quienes le rodean.
En esta facultad también desempeñan un papel esencial su versatilidad y su capacidad de adaptación a las situaciones más diversas, de manera que detecta la manera de sentir y de pensar de las mujeres con que se relaciona.
Se trata de un mecanismo que la naturaleza le ha permitido desarrollar debido a que parece hecho para que le gusten todas las mujeres, o una gran mayoría.
Y así como un camaleón puede adoptar el color que le permitirá pasar desapercibido en una situación de peligro, el geminiano captará la esencia de la mujer que está con él y se adaptará a ella de tal manera que, al menos por unas horas, podrá presentarse como una personalidad deliciosa, o apacible, llena de comprensión y ternura.
Y no será mentira. Pero tampoco lo sería el afirmar que puede ser, asimismo, en el mismo día todo lo contrario. Semejante poder de adaptación a la personalidad ajena lo vuelve —por efecto colateral— muy influenciable. Se impregna de la personalidad ajena y es capaz de asumir las ideas de los caracteres fuertes que consiguen impresionarlo, lo cual no es poco frecuente.
No se olvide que Géminis es el signo más enraizado en la esencia de los poderes hipnóticos; poderes que van y que vienen, es decir, que actúan en ambas direcciones.