Vela violeta

Si usted desea realizar un ritual con una vela de color violeta, podrá hacerlo el día de su preferencia, ya que no existe un día específicamente asignado para ello. La vela violeta está relacionada con la elevación espiritual, la fe y la transmutación de las energías, es decir, la transformación de las vibraciones negativas en vibraciones positivas.
Por lo tanto, este color favorece la comunicación con los seres que habitan los planos astrales superiores, como los ángeles y los espíritus del bien.
Para usar correctamente esta vela, conviene hacer su consagración con aceite de jazmín, manzanilla, sándalo o verbena, en cualquier día en el que la Luna esté creciente. Forrar una mesa con un paño de color violeta y armar en ella un altar con frutas, incienso y la imagen de Shiva (diosa hindú que simboliza la transformación), el símbolo del mantra OM (también asociado con la transmutación), una amatista y otros cristales.
Colocar la vela en el centro de la mesa, sobre un plato blanco que nunca haya sido usado, alrededor del cual se colocará una cinta blanca (símbolo de la pureza) y una cinta rosa (relacionada con la armonía).
Al encender la vela, imaginar una pirámide de luz violeta que envuelve nuestro cuerpo por entero, propiciando así la transmutación de todos nuestros karmas.
Inspirar profundamente y, al espirar, pronunciar el mantra OM, dedicándolo a Shiva, la que ayuda a desterrar todo mal que exista en nuestras vidas y que abre las puertas de la felicidad. A continuación, visualizar la Tierra envuelta también en una nube de luz violeta y pedir a las entidades de luz que iluminen a toda la humanidad, permitiéndole transmutar su karma.
Cuando la vela se haya consumido, romper el plato con sus restos, envolver todo en un papel de color violeta, atarlo con una cinta del mismo color y tirarlo al cesto de la basura. Ofrecer las frutas a alguna persona pobre y necesitada. Guardar el resto de las cosas en sus lugares habituales.

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