La duplicidad del signo Piscis hace que junto a un tipo muy seco y delgado, de ojos encendidos y movimientos rápidos, pueda encontrarse a otro pesado y lento. Pero todos muestran igualmente una gran sensibilidad. Raramente el hombre de Piscis es decidido y enérgico; por lo general esperará a que el destino vaya a su encuentro y no luchará lo más mínimo para conseguir una posición. Tradicionalista al ciento por ciento, le gusta la vida hogareña y la familia, aunque dada la duplicidad del signo, puede abandonarse a aventuras de todo tipo. En el aspecto sentimental, la vida afectiva de este signo es complicada y a veces triste, por la excesiva emotividad y sensibilidad con la que afronta el amor. Con la mujer Aries la relación se basará en la incomprensión por el exceso de sensibilidad de él y el deseo de dominar propio de Aries. Con Tauro, la relación puede ser duradera por la capacidad de ella para darle una estabilidad afectiva y un equilibrio económico de los que carece este signo. Con la mujer Géminis, la desigualdad intelectual y la diferencia con la que afrontan cuestiones sentimentales crearán un abismo insondable entre ambos; de hecho, Piscis quiere siempre investigar hasta el fondo las situaciones, mientras que la mujer Géminis las afronta con gran superficialidad.
Con Cáncer la relación será platónica; la unión de ambos funcionará en el plano económico. Como a la mujer, a Leo le gusta dominar y ser siempre el centro de la atención, por lo que la unión con el hombre Piscis será desastrosa tanto en el aspecto sentimental, como en el económico. Con la mujer Virgo la unión será excelente a nivel económico, pero no en el afectivo, por la frialdad y distanciamiento con que esta afronta las cuestiones sentimentales. Demasiado frivola y ligera es la mujer Libra para el hombre Piscis, tan sensible y profundo; unión, por tanto, decididamente desaconsejable. La mujer Escorpión, femenina y sensual, sabrá colmar el vacío sentimental del Piscis; la unión es aconsejable, pero ella deberá dar siempre el primer paso.
Absolutamente desaconsejable es la unión con la mujer Sagitario, también en este caso porque ella ama todo lo que es superficial y exterior, mientras que él se encuentra anclado a la profundidad de las cosas, investigándolas e intentando comprenderlas. La avidez y al mismo tiempo frialdad de la mujer Capricornio, hacen desaconsejable la relación y absolutamente contraindicado el matrimonio. La mujer Acuario, al estimularlo continuamente, es la compañera ideal, capaz de poner en práctica y concretar la sensibilidad del Piscis, tanto en el aspecto material como en el afectivo. Con la mujer de su mismo signo no puede estar en absoluto de acuerdo, y, aunque al principio no lo parezca, con el tiempo se darán cuenta de que no están hechos el uno para el otro, dado que la relación será siempre de incomprensión y velada tristeza.