Principios de la magia rúnica

Las runas son representaciones pictóricas de fuerzas naturales. En esta sección trataremos sobre la manipulación de estas fuerzas. Por lo general esta manipulación recibe el nombre de magia, y ciertamente es una ciencia muy mal comprendida.
Magia significa cosas distintas para distintas personas. Para la mayoría, está asociada con conejos que salen de chisteras y con fiestas infantiles. Gracias a la influencia de las religiones extranjeras sobre las culturas europeas, algo que nuestros antepasados se tomaban muy en serio, en la actualidad solo se considera adecuado para divertir a los niños, algo que acometen los ilusionistas con el fin de entretenernos. Se trata de algo irreal basado en trucos y en destreza.
Por otro lado, para los entendidos no se trata sólo de trucos. Funciona a través de fórmulas y rituales. Este tipo de magia no es una forma extinta de la superstición, sino un sistema viable. ¿Por qué funciona la magia? Porque vosotros creéis que funciona. Sin embargo, no es algo que sucede así como así. Debéis hacer que suceda. Y eso se consigue mediante la fe y el entendimiento. Debéis creer en vosotros mismos y en la operación que realizáis, y debéis entender dicha operación de forma minuciosa.
Aléister Crowley escribió, en Magick in Theory & Practice: «La Magia es la Ciencia y el Arte de provocar que el Cambio tenga lugar de conformidad con la Voluntad», y cualquiera que alguna vez haya realizado una magia de cualquier tipo puede atestiguar la verdad de esa afirmación. La magia no es «sobrenatural». Es un ejercicio científico bien desarrollado en el que los resultados se conocen antes de que en realidad tengan lugar. Mediante el uso de los símbolos rúnicos, del color, del ritual y de la fuerza de vuestra mente podéis «programar» vuestra operación, de forma muy parecida a un programa de ordenador, usando bits de información relacionados para «indicarle» a las fuerzas lo que es necesario ejecutar, confiados en el resultado.
La magia con el empleo de las runas funciona porque, como ya hemos visto, cada símbolo rúnico representa a una fuerza conceptual. Estos símbolos se pueden distribuir de tal manera que si fueran a aparecer en una lectura de runas predecirían precisamente el acontecimiento que deseáis provocar a través de la magia. Ello une sus fuerzas, y, a través de la concentración y la visualización, dichas fuerzas se pueden agrupar mágicamente para enviarlas al mundo con el fin de que obren vuestra voluntad.
Como podéis ver, la fe es la clave del éxito en cualquier operación mágica. Si os parece ridicula la idea de unas fuerzas rúnicas universales, entonces es obvio que vuestra magia no funcionará, sin importar la habilidad con que leáis las runas. Descubriréis que la magia resulta más eficaz a medida que crece vuestra confianza y comprensión, y la clave para esto último radica en lo que yo llamo el Principio de Unicidad.
Durante años, la gente ha rechazado el punto de vista pagano de que la propia Tierra es un organismo vivo, del mismo modo que lo es un insecto o un árbol. La Tierra es otro grupo de células que se unen para formar un todo con las células que conforman a las rocas, los árboles, los seres humanos, el plancton y todo lo demás que Es. Cada parte es esencial para el funcionamiento sano del todo.
Apenas ahora la ciencia empieza a entender la verdad de este concepto tan antiguo, pero las personas que usaron las runas lo sabían y lo aceptaban de la misma manera que conocían y aceptaban la magia. Su fe en esta unicidad queda vividamente reflejada en esta cita sacada de Rune Games, del filósofo medieval Basilius Valentinus:
La Tierra no es un cuerpo muerto, sino que está habitada por el espíritu que es la vida y el alma. Todas las cosas creadas extraen su fuerza de ese espíritu de la Tierra. Ese espíritu es la vida; lo alimentan las estrellas y alimenta a todas las cosas vivas que alberga en su vientre.
Nosotros somos uno con todo lo que existe. Todo lo que Es fue hecho por una Fuerza superior siguiendo leyes físicas concretas. Junto con toda la vida, compartimos la Fuerza Vital común, y, al compartirla, podemos interactuar. Esa interacción es la magia.
La Fuerza Vital indígena de nuestro planeta es el legado que nuestro Creador nos dejó a todas las cosas vivas. No se puede tener en propiedad, sin embargo nos pertenece a todos, y su poder ha sido utilizado por los conocedores desde el comienzo de los tiempos.
De esa Fuente se extraen las vibraciones rúnicas, y es a esa Fuente a la que retornan, unidas con un objetivo por el mago. Cuanto más meditéis y trabajéis en las runas, más fácil os será sentir dicha energía como una fuerza tangible que podéis moldear de acuerdo con vuestras necesidades particulares.
Fijaos que digo «necesidades» y no «caprichos» o «deseos». La magia no debe emplearse para deseos insignificantes. Se puede hacer, desde luego, pero a menudo no tendréis suerte con ella. La clave para la eficacia de cualquier operación radica en la fuerza de voluntad que el mago emplea para cargar la operación. Sin una verdadera necesidad, a menudo cuesta proyectar la fuerza requerida para completar la obra. El mago que va a ser desahuciado de su apartamento si no paga el alquiler es probable que tenga más éxito en conseguir dinero mágico que el codicioso hombre de negocios que quiere ganar la lotería.
Si de verdad creéis que podéis tener éxito, entonces no hay motivo para que no sea así. Al principio la magia puede parecer una empresa basada en la fe ciega, pero cuantos más éxitos obtengáis, más pruebas dispondréis de su eficacia. Las leyes de la magia son las mismas de la causa y el efecto, y trabajan en el mundo invisible de igual modo en que lo hacen en el mundo de la materia. Olvidad cualquier idea preconcebida que podáis albergar sobre su misterio y complejidad. Es una ciencia para modificar sutilmente vuestra realidad. Si seguís las reglas, elegís las runas correctas y experimentáis una necesidad real y fe en vosotros mismos, entonces es seguro que vuestra magia tendrá éxito.

Runas