Relación entre Sagitario y Escorpio

Con frecuencia los centauros se sienten poderosamente atraídos por la misteriosa energía que emana de los nativos de Escorpio. Se trata de un efluvio que acaba por confundirle al reconocer que, a pesar de que le atrae, no le complace mucho la compañía de esta personalidad un tanto conflictiva. Hay una marcada polaridad en sus respectivos caracteres. La proverbial franqueza de Sagitario se transforma en afán de secreto o disimulo en el escorpiano.

El espíritu de colaboración del centauro, se vuelve indiferencia y abandono en el otro. El propósito esencial de transformar el movimiento en riqueza, característico de Sagitario, se manifiesta como afán de convertir en oro la oscuridad. Y esto es válido tanto para las personas como para los pueblos regidos por Escorpio, especialmente para estos últimos. Para los escorpianos es esencial controlar la totalidad de cuanto hacen. Ponen todo su interés en el conocimiento anticipado del desarrollo de todo en lo que participan o hacen, como única fórmula fiable de evitar el fracaso y verse vulnerables. Siempre tienen algo que temer o algo que recelar de otros, y lo aducen para justificar sus actitudes cortantes desconfiadas y posesivas.

Para Sagitario, esto es llevar demasiado lejos la desconfianza que él mismo experimenta y que compone parte de su guía de acción. Contra lo que pudiera pensarse por lo antes dicho, el escorpiano sabe manejar muy bien las relaciones humanas y tiene un don especial para motivar a quienes necesita.

Asimismo, son hábiles manipuladores y sutiles interrogadores, hasta el grado de que si se diera el caso de que hubiese alguna especie de conjura, el Escorpio estaría al tanto de sus detalles, o sería su autor o, lo más común, estaría detrás de los conjurados, a la expectativa de sumarse a ellos en el momento del éxito, o bien de retirarse a salvo en caso de que fracasara.
Esto acaba por enervar y sacar de quicio al brioso Sagitario que, pese a ello, se encontrará sin nada concreto que reprochar al escorpiano, a no ser su falta de espíritu de comunicación y su inseguridad crónica.

Sagitario y Escorpio como amigos

Será difícil que un nativo de Sagitario llegue a afianzar una amistad trascendente con un nativo de Escorpio, ya que ambos se sentirán impedidos para ofrecerse confianza. Para el escorpiano, el Sagitario no será mucho más que una persona con más suerte que capacidad para hacer las cosas, en tanto que para el centauro el otro es impredecible y siempre esperará mucho más de la relación de lo que está dispuesto a dar a cambio.

Sagitario y Escorpio como amantes

La relación de carácter básicamente sexual con Escorpio es la más inspiradora. Los nativos de uno y otro signo experimentan en esta situación todo el poder de sus auras orientadas a lo sobrenatural y exacerbadas en lo físico, dando como resultado una pasión que muy difícilmente volverán uno y otro a experimentar con personas de otros signos. Pero esta relación no será muy prolongada, ya que la mayor potencia sexual de Escorpio, aunada a la vehemencia de sus actitudes emotivas y posesivas, harán que Sagitario considere pronto que ya ha trotado bastante sobre el fuego del paraíso.

Sagitario y Escorpio como socios

Malas perspectivas. Ninguno aprobará los métodos del otro, sus actitudes, su forma de concebir la marcha de los negocios. Podrán muy bien estar de acuerdo en cuál es el camino a seguir, pero no en la forma de recorrerlo.

Sagitario y Escorpio como matrimonio

Es preciso que el cónyuge de Sagitario renuncie al control de sus movimientos y a la intimidad de sus pensamientos. Siempre que no trote con explícita alegría, le alcanzarán los celos escorpianos.
El centauro tratará de hacer ver a su cónyuge que todo será perfecto cuando consigan establecer una comunicación fluida y constante, alentada por un firme deseo de mutua comprensión. Pero nunca conseguirá imaginar cómo es que su pareja no comprende el valor de los sentimientos que le profesa, cómo es que no se llena de orgullo y seguridad al ver la intensidad con que los proyecta. Y así, uno y otro podrían fácilmente llegar a verse envueltos demasiado pronto en un divorcio inadvertido, en una rutina compartida en la que el lecho nupcial es su único punto de encuentro real, ya que por lo que a sus mentes respecta la del escorpiano se hallará oculta dentro de sí, en tanto que la del sagitariano viaja por parajes inaccesibles, sin ánimo de retorno.

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