Características de Tauro

El signo de Tauro, desde el 21 de Abril al 19 de Mayo, atravesado por el Sol, está bajo el dominio del planeta Venus. Este hace especialmente bellos e inteligentes a los nacidos bajo su signo: sus facciones son armoniosas, delicadas y al mismo tiempo bien definidas, su manera de obrar está llena de fascinación. Los nacidos en este signo son de alma caritativa, de índole conciliadora, inclinados al pacifismo, pero también de voluntad combativa e impulsivos. Serán muchos los encuentros amorosos durante su vida, aunque Tauro prefiera la seguridad de la fidelidad a la inseguridad de relaciones casuales. De todas formas, si está comprometido, rehuirá siempre otras complicaciones sentimentales y todas las escapadas serán de orden físico.
Tauro se distingue por su enorme fuerza de voluntad, por la paciencia para lograr lo que se ha fijado, por la fuerza y la constancia, y a veces también por la obstinación. Si se da a Tauro una cosa difícil de hacer se puede estar seguro de que lo conseguirá de la mejor manera.
Son bastante diplomáticos y si se necesita que su ayuda la dan siempre con buenos modales, en consonancia con el carácter de las personas que les rodean.
No se encontrará nunca un nacido Tauro que se dedique febrilmente al trabajo, sino que actuará de forma paciente, metódica, solucionando los problemas a medida que se le presentan, resistente al cansancio, al cual sólo se rinde sabiendo que el resultado será según sus deseos.

Tauro siente un gran respeto y tiene un gran sentido del dinero. En efecto, cada uno de sus actos está ligado a la posibilidad de obtención de beneficios; sus amistades son influyentes, escoge a las personas que pueden serle útiles, o que lo pueden elevar, tanto desde el punto de vista material como en el espiritual. Su relación con personas ricas en fantasía son muy buenas; lo estimulan y transforman en algo dinámico y efervescente.
Las energías de Tauro se dirigen por lo general hacia un solo objetivo: una vez conseguido, Tauro vuelve a otra cosa, y desmantela lenta pero inexorablemente las dificultades, gracias a su gran paciencia y a su constancia en salir adelante. La paciencia de Tauro le conforma un temperamento bastante calmado, reflexivo, que se irrita difícilmente; pero al igual que todas las personas tranquilas, cuando abusan de su paciencia su ira se transforma peligrosamente. Hay que ir con cuidado para no contrariarlo cuando tiene un día que no es del todo como de costumbre. Tauro está muy ligado a la tierra y, por consiguiente, a todas las cosas sólidas y materiales. Intentará siempre afirmar su posición alcanzando altas metas económicas, buscará tener buenos puestos, seguridad material, comodidad en casa, tranquilidad en la familia.
Su resistencia al trabajo supera todo límite imaginable: Tauro es en efecto capaz de enormes fatigas; si desarrolla un trabajo intelectual es capaz de no moverse de su escritorio durante horas y horas, incluso durante todo el día, puesto que se halla absorto en lo que está realizando.
La tenacidad es uno de sus dones más valiosos. No existen obstáculos si un Tauro se propone hacer algo, a costa de fatigar a cuantos le rodean, de estimular al máximo a sus subordinados, extrañándose de que no sean resistentes como él. Al mismo tiempo, sus acciones no son nunca atrevidas: si se desea escoger un socio es bueno que sea un Tauro porque nunca correrá riesgos inútiles; sus movimientos económicos están siempre controladísimos y sus especulaciones, seguras al cien por cien; su desconfianza instintiva le ayuda en esto. Porque no es un ingenuo, piensa siempre que alguien puede engañarle y por tanto es prudentísimo y cauto en los negocios.

Se sincera tan sólo con las personas que estima, que son de probada fidelidad, y difícilmente contará secretos a alguien que no considere un verdadero amigo.
Siente la necesidad física de ahorrar acumulando dinero: muchos de los nacidos en Tauro han alcanzado posiciones envidiables desde el punto de vista financiero, pero cuando su posición es segura, y no tienen que temer por el futuro, los nacidos en Tauro se dedican en cuerpo y alma a asociaciones filantrópicas, fundan institutos, dan vida a fundaciones culturales y asistenciales, procurando repartir un poco su fortuna y distribuirla a quien verdaderamente la necesita. A la vez pretenderán siempre llevar un control de cómo se gasta su dinero, porque no toleran que se malgaste bajo ningún concepto, y ello es natural si se considera que los nacidos en Tauro han sufrido mucho para lograr su posición económica. Cuando escoge un regalo, el nacido en Tauro buscará siempre algo verdaderamente útil, válido, nunca superfluo. La misma línea seguirá para la elección de sus propios vestidos, prácticos, funcionales, armoniosos pero siempre útiles y sólidos, y en cuanto a la propia casa, bastante clásica, acogedora, cálida, con bonitos tonos de colores no estridentes. En situaciones difíciles, intrincadas, en las vicisitudes, el nacido en Tauro sabe siempre encontrar en sí mismo fuerzas de reserva: es este un don que se encuentra de manera muy acusada en todos los nacidos en este signo; incluso en los períodos muy difíciles, Tauro conserva la calma y la dignidad, hasta el punto de que no se doblegará nunca a pedir limosna, sino que intentará un nuevo trabajo que le permita solucionar sus problemas sin perder el decoro.
Su amor por la tierra le hace ser un buen cultivador, un jardinero apasionado y dotado del famoso «pulgar verde»; si no tiene la posibilidad de crearse un jardín propio, encontraremos en la casa de los nacidos en Tauro numerosas macetas en la ventana, o por lo menos flores en un jarrón o una planta. Su pasión por la naturaleza es enorme. La mayor desilusión que puede tener Tauro es ver tierras sin cultivar o abandonadas, desaprovechadas y no cuidadas con amor. Ello responde también a una vocación innata.

En efecto, los nacidos en Tauro sienten una acusada tendencia por transformar, mejorar, producir: podrán ser, pues, óptimos arquitectos, estudiosos de urbanística, coordinadores de gran fama y capacidad.
El dibujo, la arquitectura y la escultura le interesan vivamente, así como la política, en la cual son maestros cuando se trata de planificar, transformar, empujar el desarrollo, programar. Son excelentes administradores y el dinero en sus manos se multiplica por la sagacidad de las inversiones; si se arriesgan, procuran controlar al máximo el peligro para tener siempre un cierto margen de seguridad. Muchos banqueros han nacido en el signo de Tauro, y por lo general personajes característicos que pueden encontrarse entre los self-made-men, es decir, entre aquellos que han sabido hacerse ellos mismos.
En la cocina, Tauro es un gourmet. Amante de los placeres de la mesa, escoge comidas fuertes y sanas, vinos con cuerpo, platos genuinos, no se olvida nunca de dónde ha comido a gusto y tendrá lo que ha gastado apuntado en un cuadernito así como la forma en que le han servido en los diferentes lugares en que ha estado. Por este gusto innato por los buenos alimentos y por su gran tendencia a ser un óptimo anfitrión, el nacido en Tauro es también muy indicado para dirigir hoteles y regentar restaurantes. Sabrá intercambiar siempre con cada cliente la palabra justa y será un perfecto patrón de casa, tanto en privado como si es precisamente esta su profesión. Tiene cierta inclinación a las artes: ama la música, sobre todo la ópera y a menudo se dedica a la misma, porque su mismo físico le ayuda. La caja torácica de los nacidos en Tauro (sobre todo en los hombres) es considerable. Posee buen gusto y sentido innato de la elegancia y del color: triunfa en las actividades de artesanía ligadas al sector de la moda y a veces impone su línea; sus gustos en cuestión de vestir son bastante sobrios y prefiere los colores y cortes clásicos.

En las amistades Tauro, aun siendo propenso a ayudar al próximo, rehuye de las personas que se lamentan demasiado o que tienen siempre males: se trata de un tipo bastante supersticioso y teme que las desgracias sean «contagiosas». Evitará, pues, siempre a todos cuantos demuestran ser desgraciados y que no saben sobreponerse con valor y fuerza de voluntad. Pero si un amigo muestra esta valentía, correrá en seguida en su ayuda generosamente y con decisión. No soporta en cambio a las personas que se acobardan y no son capaces de reaccionar.
Al volante es un conductor prudente y admirador más del paisaje que de la velocidad: sus viajes, incluso los de traslado, son siempre tranquilos. Por lo general, sigue una tabla de marcha bien precisa, sin someterse a esfuerzos excesivos o inútiles. Los coches que prefiere son los tradicionales, incluso viejos; su pasión son los viejos automóviles «estilo inglés». Todos los deportes pesados le van bien: el boxeo, en el que triunfa, el fútbol (es un aficionado enfervorizado), el atletismo, la natación; cuando debido a la edad ya no puede practicar estos deportes, se ocupará igualmente de ellos sosteniendo a su equipo preferido, incluso económicamente, si le es posible: muchos directivos de equipos deportivos o financieros han nacido en Tauro.
Es un apasionado de los viajes, que realiza encantado, pero tiene que alejarse de contactos con personas que le propongan trabajos en el extranjero, ya que desconfía de todo cuanto le está cerca, pero por temperamento puede ser vulnerable en cuanto a países y situaciones que desconoce. Tiende pues a creer que un determinado tipo de conducta sea debido a las costumbres del país extranjero que lo ocupa y por tanto, con el tiempo, puede ser engañado.
Por lo general, los nacidos en Tauro gozan de una vida larga y una vejez serena. Su reserva de energías es prácticamente inagotable, y con frecuencia los nacidos en este signo buscan una segunda actividad laboral después de jubilarse, precisamente por su vitalidad y por su deseo de hacerse útiles. El signo de Tauro tiene bien asentados los pies sobre la tierra, sin demasiadas complicaciones. Es el más realista de todos, tenaz y obstinado. Es un signo de inteligencia lenta pero asimiladora, racional, poco inclinada a la aventura, tranquilo, y constante en sus decisiones. Es un signo de tierra fijo, femenino y en el que ha elegido su domicilio Venus, diosa del amor. Signo carnal, pero no excesivamente sensual, sabe, no obstante, amar con gran dulzura, aunque tanto en el amor como en el trabajo sea un formulista. Es el hombre que cuando ama lo hace para toda la eternidad, a condición de que el objeto de su amor sepa darle la tranquilidad y el afecto que lo caracterizan como signo. En otros tiempos era representado como un toro salvaje y agresivo, como la vaca fecunda y paciente y como el buey trabajador.
La estabilidad de su carácter le permite una coherencia a veces inhumana, ya que es el único signo que sabe sopesar en su justo valor tanto el pro como el contra. Es amante de la naturaleza y el signo al que más le gusta su propia tranquilidad, tanto afectiva como psíquica y moral. Si Saturno influye en él de manera decisiva, será un tipo pasivo y lento en sus decisiones, pero perseverante y capaz de llevar a cabo su cometido. Desde niño se inclina hacia la investigación sobre la esencia de las cosas, aunque le falta instinto y espontaneidad. Por lo tanto, a un niño de este tipo hay que enseñarle la forma de superar el egoísmo que lo ata a sus cosas. Es el signo que más aprecia la lógica y el razonamiento. El amor, tanto afectivo como material, es de importancia vital para él. Tiene una voz agradable y, sobre todo, la gran ventaja y cualidad de saber escuchar.

Físicamente, este signo simboliza la fuerza anatómica; el cuello es el clásico taurino, las cejas amplias y espesas, el rostro cuadrado y los ojos dulces y grandes. No por nada han nacido en este signo, testarudo e inclinado al raciocinio, filósofos como Karl Marx, Kant, Stuart Mili, artistas fríos y racionalistas como Salvador Dalí y Balzac, y músicos famosos como Wagner. Para este signo, el trabajo representa una fuente de ganancias, y cualquiera que sea el campo artístico en el que intente afirmarse lo hará únicamente por sed de dinero. La inteligencia de este tipo, aunque lenta, tiene siempre una finalidad práctica. Todo lo que aparece ante sus ojos es perfectamente encasillado en su cerebro y no lo olvidará jamás. Las enfermedades que sufra, difícilmente serán de rápida curación. Tiende a la obesidad y sobre todo sufre de cólicos renales y enfermedades de garganta. La diabetes es una enfermedad característica de este signo. Siendo de buen comer, sufrirá trastornos del tubo digestivo y de la digestión en general. También tiene los oídos y pulmones muy débiles. El instinto de propiedad se halla muy arraigado en este signo. El Tauro es un tipo muy influenciable en sus relaciones con los demás y buscará siempre entablar amistad con personalidades influyentes. No conoce obstáculos en las metas que profesionalmente se ha fijado. Tiene un agudo sentido de los negocios, por lo que puede convertirse fácilmente en un buen director de empresa, hábil, honesto y expeditivo. En el campo del arte y en su juventud, puede ser un óptimo cantante con una bonita voz, pero que fácilmente puede perder.
Es el signo más conservador, a pesar de su agudo sentido de la justicia. Junto con Escorpión es uno de los más celosos, y posesivos; e irrevocable en sus decisiones sentimentales. Por una frase fuera de lugar, este signo puede fácilmente romper una amistad o una relación afectiva. Aún poseyendo una energía física inagotable, a menudo, al igual que el Aries, la agota en su primera juventud, quizá porque su físico netamente masculino gusta mucho a las mujeres y él no sabe rechazarlas. No obstante, en él el lado afectivo va parejo con el sentimental. Es un espléndido amante que, sin embargo, no pierde, ni siquiera en los momentos de pasión, el sentido realista de las cosas. Al no arrojarse en el amor con los ojos cerrados, sino sopesando y criticando punto por punto las cualidades y defectos de la mujer amada, sufrirá con facilidad frecuentes desengaños amorosos. Musicalmente es el signo más fecundo de todos. Strauss, Massenet, Puccini, además de Wagner, ya señalado, han nacido bajo este signo.

No obstante, no hay que engañarse respecto al Tauro, ya que por ejemplo cuando escoge una profesión le es fiel hasta el final, siempre, bien entendido, que sea satisfactoria también, y sobre todo, a nivel económico. En este signo se encuentran los mejores economistas y políticos, perseverantes y realistas. Aunque el signo de Tauro no se encuentra dotado de una inteligencia rápida e intuitiva, la paciencia con la que sabe construirse su vida afectiva y profesional le procurará una vejez serena, sin preocupaciones económicas y rodeada del afecto de los suyos. A veces, la parsimonia con la que gasta el dinero, puede hacerlo parecer tacaño y avariento; en realidad, en él es sólo prudencia. Piensa siempre en el mañana y, si no se ve atosigado, intenta dominar y programar el día siguiente sin descorazonarse por eventuales obstáculos.
Se trata de individuos equilibrados y no excesivamente comunicativos con los demás, pero que, cuando es necesario, se encuentran dispuestos a ofrecer su ayuda a cualquiera. Es el signo más laborioso y constructivo de todo el Zodíaco. En sentido negativo, nos encontraremos frente a un abúlico cumplidor de órdenes, incapaz de decisiones propias, que prefiere agregarse a los demás de forma anónima y conformista.
No obstante, generalmente, el individuo Tauro es una amalgama de factores positivos y negativos que, si los conoce y sabe dirigirlos hacia el buen camino, harán de él tanto un consciente y preparado trabajador, como un perfecto cumplidor de órdenes, que conservará íntegra su personalidad.

Signo Tauro