Algunas culturas consideran las heces como un receptáculo de fuerzas vitales regeneradoras, y por ello practican la coprofagia (es decir, la ingestión de las heces) tanto de forma ritual como por motivos terapéuticos. Soñar que se ingieren heces puede significar la necesidad de asimilar energías vitales, o de incorporar el afecto del que uno se siente privado. Las heces representan también aquello que es sucio, inútil y por eso eliminado: la defecación onírica puede significar una purificación del alma y del cuerpo, así como una liberación de algo que pesa en el interior, como una inhibición o un sentido de culpa. Las heces pueden simbolizar también el dinero, un regalo, un niño o el órgano genital masculino; la evacuación se convierte pues en el símbolo del parto y de la relación sexual.
Para Freud existe una relación entre los excrementos y el dinero. Además, según Freud, el niño experimenta mucho placer en expeler las heces, las cuales representan una donación de sí mismo a la persona amada; la madre acoge este gesto, de hecho, con manifestaciones de complacencia. Al contrario, el niño retiene las heces cuando quiere mostrar hostilidad, como diciendo: «No te regalo nada de mí, al contrario, te hago este desplante».
Jung pone el acento en la relación entre excrementos y avaricia, entre sentido del orden y deseos de poder.
La interpretación popular dice que los excrementos simbolizan riqueza, oro y plata, tanto cuando son vistos en sueños como cuando son pisados o uno se mancha con ellos. Soñar que se evacúan heces quiere decir que el soñador se libera de sus propios problemas, siempre que aquellas sean correctas. En caso contrario, se prevén problemas. Soñar que se evacúa en la propia cama predice la separación del cónyuge.
Entre los intérpretes de la Antigüedad, Artemidoro planteaba que soñar con heces humanas en gran cantidad es un anuncio de sufrir males de varios tipos. El estiércol de los animales sólo es positivo para los agricultores, para los demás es un anuncio de daños y enfermedades. Si uno es embadurnado con heces de una persona rica, se recibirá muy pronto el beneficio del dinero; en cambio, sólo espera deshonor a quien sea ensuciado con heces de pobre. Si el soñador defeca en medio de la naturaleza, se verá liberado de numerosos problemas.