Talismanes

TALISMÁN, tal como lo define el Random House Dictionary of the English Language, es: 1) Una piedra, anillo u otro objeto grabado con figuras o caracteres que se supone que poseen poderes ocultos y se lleva corno amuleto o hechizo; 2) Cualquier amuleto o hechizo; 3) Cualquier cosa cuya presencia ejerce una influencia notable o poderosa sobre los sentimientos o actos humanos.
Esta última definición es la clave del asunto. Los talismanes, cuando se fabrican adecuadamente, pueden ejercer una influencia notable sobre las situaciones en vuestra vida. El poder para hacerlo no proviene del objeto en sí, sino que se genera en la mente del mago.
El talismán rúnico es vuestra afirmación física de un proceso mental que la voluntad ha puesto en marcha. Es vuestro centro. Al concentraros en el talismán podéis añadir más poder a vuestra magia. Mediante dicha concentración, el talismán queda vinculado a las vibraciones esenciales de la(s) runa(s) involucrada(s), y las energías de las fuerzas rúnicas naturales y la voluntad aplicada del mago se combinan en los mundos invisibles para causar los cambios indicados por la distribución talismánica.
El escritor ocultista Dion Fortune dijo una vez que lo que podemos considerar «dioses» son en realidad formas de pensamiento artificiales erigidas a lo largo de un gran periodo de tiempo por la adoración de una generación tras otra. Otro escritor, Hzhak Bentov, citado en Rune Games, describe una manera hipotética en la que se puede crear un «dios»:
Él imagina una roca en el desierto. Ese objeto inanimado (pero no «muerto» según lo percibimos nosotros) posee un nivel muy bajo de conciencia. Su umbral de percepción consciente es estimulado por el contacto con diversos animales pequeños de la zona que consideran la roca como un refugio seguro contra los depredadores y los elementos. Cuando un ser humano sensible a las vibraciones pasa por esa extensión del desierto, quizá perciba algo «diferente»
sobre esa piedra en particular. Si pertenece a una fe que acepta la idea del animismo y los espíritus, el asombro que despierta en él la piedra puede convertirse en homenaje, y luego en adoración, potenciando de ese modo aún más la conciencia en estado embrionario de la roca y, con el tiempo, el espíritu de la piedra se transforma en un dios.
Esto, desde luego, requiere un largo espacio de tiempo. La fabricación y carga de los talismanes bajo ningún concepto se puede comparar con la creación de una forma de dios, pero funciona sobre el mismo principio y no tarda tanto tiempo.
Antes de realizar el intento de crear un talismán, deberíais cercioraros de que estáis familiarizados con todas las runas involucradas en el proceso y poseer una comprensión básica de los principios ocultos que vais a emplear.
Cuando se fabrica de forma adecuada, un talismán se convierte en un ente «vivo», programado de antemano por el mago para cumplir un objetivo determinado. El mago le da una vida y un «destino» al infundirle las fuerzas de las runas.
Al principio, lo mejor es que fabriquéis talismanes para vosotros mismos y no para otras personas. Igual que con la adivinación, realizar magia rúnica para otra gente es una gran responsabilidad que puede conducir a deudas kármicas negativas si se lleva a cabo con frivolidad. Nunca ejecutéis magia negativa para otros o para vosotros mismos. Necesitaréis la práctica de hacer talismanes para vosotros con el fin de incrementar la familiaridad que tengáis con la capacidad de concentración y visualización tan importantes para una obra mágica satisfactoria. Cuando os sintáis realmente a gusto con las operaciones mágicas involucradas en la creación de los talismanes, entonces estaréis listos para pensar en ayudar a otros con vuestras habilidades.

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